¡Verde, que te quiero verde!

Sus cofrades asoman identificados por unas capas verdes que delatan la esencia del producto con cuyo impulso están conjurados. Aunque el Día Mundial del Respigo tiene su fecha el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada, en esta ocasión la festividad de San Isidro, patrón de las gentes del campo, se antojaba como una inmejorable oportunidad para el desquite. Y tocaron a rebato para aglutinar a sus fieles, seguros de que el éxito está garantizado antes de amasar la primera 'bola'.

La Plaza del Mercado de Abastos fue el escenario en el que montaron su buffet con hasta diez cazuelas de barro repletas a rebosar de sus elaboraciones. Y al módico precio de un euro por pincho y trago de cosechero, acabaron por liquidar todas las existencias. La Asociación Los Ventolines, que veintiún años atrás les escoltó en su puesta de largo, volvió a amenizar la jornada que empezó de manera madrugadora con una visita a la Iglesia de Santa María. Allí los cofrades honraron a sus antiguos compañeros, y previamente llevaron en andas a San Isidro por el exterior del templo pejino, donde el párroco Juan Luis Cerro procedió a bendecir de forma simbólica los campos para implorar por copiosas cosechas de las huertas de Tarrueza, La Pesquera, Seña o Liendo, donde se cosechan las nabizas más selectas.

Entre mordisco y mordisco hubo tiempo de rememorar viejos tiempos, cuando en torno a Antuán y su merecida reputación como 'Rey del Respigo', se urdió una confabulación de amigos para elevar a los altares el humilde rancho de las pobres familias pescadoras. Las madres enseñaron a amar su sabor al tiempo que transmitían los secretos para prepararlos en su punto, abonando generosas el peaje de llenar la casa de un aroma poco agradecido durante la fase de la cocción. De ahí que el 8 de diciembre, antaño considerado el 'Día de la Madre' fuera escogido como la fecha emblemática para rendir honores a respigos y mamás.

Junto a Juan Antonio Arconada 'Antuán', que fue su primer presidente, comparecieron en aquella alineación inicial Miguel Ángel Aja (Secretario), Emilio Gutiérrez (tesorero), José Félix Cánovas, Celestino Fernández Revolvo 'Tinín', Miguel Ángel Marsella y Jesús Ruiz Aja (vocales), y los cofrades Ángel Vega, Santi Fernández, José Fernández, Pablo Fernández y Félix Alonso.

A lo largo de estas dos décadas han comparecido en multitud de citas gastronómicas del máximo nivel. Se han hermanado con la Cofradía de la Anchoa. E incluso fueron los anfitriones del IX Encuentro Nacional de las Cofradías Gastronómicas de España. Allí, el respigo se codeó con el Jamón de Guijuelo, los aceites de Andalucía y, cómo no, las anchoas del Cantábrico elaboradas a la puerta de casa. De ahí que algunos aún duden si aquello duró tres días o una semana, del festín que se dieron para honrar a sus huéspedes.

El domingo volvieron por sus fueros. Con el huevo a un costado para hacer más digerible la ingesta. Y para recordarnos que Laredo tiene en los respigos un Patrimonio de la Humanidad que conviene compartir en secreto sólo con los amigos. No vaya a ser que acabe cotizando más caro que la electricidad. El oro verde pejino. Ricu ricu, lin.