Adiós con pesar a los franciscanos
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Ocho personalidades relevantes vinculadas a Liébana destacan la importancia de Santo Toribio ahora que se abren interrogantes sobre su futuroMariano Linares Presidente de Honor de Editorial Cantabria
«Es una pena que los franciscanos se vayan de Santo Toribio después de tantísimos años que han estado allí, durante los que han llevado el monasterio francamente bien, atendiendo a los peregrinos e integrándose en Liébana. Han desarrollado un trabajo magnífico tanto en el ... monasterio como en la propia comarca, atendiendo muchas parroquias que en otro caso habrían quedado vacías por la escasez de sacerdotes. Los religiosos de la orden son personas muy integradas y muy comprometidas con Liébana».Pese al vacío que deja la orden, Mariano Linares no teme por el futuro del monasterio, que considera asegurado. «Estoy convencido de que, dada la importancia que tienen el monasterio y el Lignum Crucis, no se va a permitir que esto decaiga, y seguro que el Obispado encontrará una solución, una buena solución. Me parece que sería bueno aprovechar esta oportunidad para hacer crecer el santuario y darle más realce, y creo que el Obispado debería ir por ese camino cuando piense en el relevo de la orden».
Carlos Hazas Consejero de Miralta Finance Bank
«Todos estamos preocupados: es un lugar por el que, los que hemos estado cerca, siempre hemos sentido especial cariño, y existe preocupación por que no quede desierto y se llegue a la situación en que se encontraba en los años cincuenta, cuando había un problema allí. En esta ocasión habría que buscar una alternativa, quizás ofreciendo algo más: hace años la propia orden ofrecía alojamiento a los visitantes».Carlos Hazas destaca el peso del santuario en el desarrollo de la comarca. «Para Liébana y para toda Cantabria, Santo Toribio es muy importante desde el punto de vista religioso, por supuesto, pero también desde el turístico y económico: el monasterio y el Lignum Crucis constituyen uno de sus pilares, como el teleférico de Fuente Dé. Todo ello refuerza esa posición turística de la comarca, que es de lo que actualmente vive. Si en Liébana no existe un problema de despoblación es gracias, entre otras cosas, a la reliquia y a Santo Toribio, adonde acude todo aquel que se acerca a visitar la zona».
Juan González Bedoya Periodista
Ante el anuncio de la marcha de los franciscanos, Juan González Bedoya reivindica la memoria de Desiderio Gómez, párroco de Ojedo –y de muchos otros pueblos–, y artífice de la recuperación del monasterio, uno de tantos proyectos que logró hacer realidad en la comarca. «Santo Toribio estaba en ruinas cuando lo cogió y lo resucitó, fue él quien se tomó en serio el problema y quien consiguió el dinero para la rehabilitación, y después ya vinieron los franciscanos». Reconoce la «importante pérdida» que supone para Liébana el adiós de la orden que venía atendiendo tanto el monasterio –«hemos crecido con los franciscanos aquí»–, como muchas de las parroquias de la zona. «Su marcha es preocupante, aunque el Obispado asegure que alguien va a seguir encargado de continuar ese trabajo». Consciente de la «crisis» de la Iglesia y la escasez de sacerdotes, recuerda cuando había «35 para ochenta y pico parroquias». «Ahora hay dos».
No obstante, da la impresión de que no es ése todo el problema. «En los últimos años el Obispado ha fracasado con la celebración de los Años Santos: éste no ha ido bien, aunque se hayan obtenido buenos resultados en el aspecto turístico, algo que no basta. Me da la impresión de que el Obispado pone poco entusiasmo».
Jesús Serrera Periodista
La importancia de Santo Toribio trasciende el ámbito religioso y el de las tradiciones de Liébana, y es un recurso turístico a conservar y mimar, en opinión de Jesús Serrera. «Para el Gobierno de Cantabria, a través de la Fundación Camino Lebaniego, para el Obispado y para todas las instituciones, el objetivo principal debe ser mantener el monasterio de Santo Toribio abierto al culto y a las visitas por dos razones: se trata de un enclave espiritual y sentimental importante para los lebaniegos, tanto los que viven allí como los que están fuera, y también para los miles de cofrades que hay repartidos por todo el mundo; además, es un recurso turístico dentro del turismo religioso, que es tan importante. Mantener en funcionamiento el santuario no es un gasto, es una inversión, y una inversión y un objetivo que se encuentran al alcance de Cantabria». Serrera, periodista y analista político, considera además que el Obispado dispone, hasta fin de año, de un plazo suficiente para encontrar quien sustituya a la orden franciscana en Santo Toribio.
Pilar García Bahamonde Gerente de la Fundación Camino Lebaniego
«A mí me da una pena infinita que se vayan, porque los franciscanos son ya parte de Liébana», admite la principal responsable de la Fundación Camino Lebaniego. «Son parte de todos nosotros: llevan desde los años sesenta cuidando de ese lugar y de la reliquia del Lignum Crucis, y hay que recordar que la orden franciscana está adscrita a Tierra Santa: Santo Toribio es también conocido como la 'pequeña Jerusalén'». Pilar Gómez Bahamonde hace hincapié en la colaboración que ha encontrado siempre en la orden a la hora de desarrollar el trabajo en la institución que preside. «Su cooperación, y la de la Diócesis, con la Fundación Camino Lebaniego es impecable y formamos un equipo todos juntos».
«Confío en que se pueda hacer algo para que los franciscanos no se vayan y sea esa orden la que siga al frente del monasterio de Santo Toribio, porque si se van nos quedamos huérfanos. Ojalá que alguien haga algo, porque si no es así vamos a perder muchísimo. Es algo que me tiene muy preocupada».
José Redondo Presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz
«Todos los lebaniegos coincidimos en que es una pena que se vayan, porque han sido muchos años los que llevan aquí: están muy arraigados y durante todo este tiempo han estado muy comprometidos con la comarca y, sobre todo, con el monasterio y la reliquia. Es una pena, pero es algo que resulta irremediable: la inercia de los años, de la edad, y la realidad de que no hay relevos son los motivos de su decisión, que parece que estaba pensada y que se veía venir».José Redondo no duda de que la actividad se mantendrá en Santo Toribio, y cree que es posible que incluso se vea potenciada. «Hasta donde yo sé, ésa es la idea principal, la línea que quiere seguir el obispo, don Arturo Ros. A nosotros nos da mucha paz la palabra que nos ha dado sobre el relevo: la idea que tiene en mente, si alguna congregación se ofrece, es que venga a relevar a los franciscanos, con ganas de trabajar, de mantener la labor que se realizaba hasta ahora e incluso ofrecer más servicios. Lo que nos ha dicho el obispo nos ha tranquilizado mucho».
Pedro Álvarez Cronista de Liébana
En su trabajo como corresponsal de El Diario Montañés en la zona, Pedro Álvarez ha mantenido un estrecho contacto con los franciscanos de Santo Toribio, pero aún más cercana es su relación con ellos como vecino de la comarca lebaniega. «Desde que les conocí he tenido una gran relación con ellos: para mí han sido un referente en la comarca de Liébana sobre todo en lo que respecta a venerar el Lignum Crucis y a seguir con las tradiciones que a nosotros nos transmitieron nuestros mayores». «Me da muchísima lástima que abandonen el monasterio, porque para mí siempre han sido como una gran familia: cada vez que he acudido a ellos me he sentido totalmente acogido en Santo Toribio con todos los franciscanos a los que he conocido a lo largo de los años, y todos se han portado conmigo maravillosamente». «Si realmente tienen que abandonarlo, como todo apunta, sólo puedo desearles lo mejor, porque en mí dejan un recuerdo imborrable: siempre les tendré presentes con muchísimo afecto».
José Antonio Parra Empresario
«Hay mucha preocupación entre los vecinos porque hay muchas incógnitas: a ver qué congregación sustituye a los franciscanos, cómo se organiza... porque no hay nuevos ordenamientos, hay escasez de frailes y sacerdotes, así que es comprensible que tengamos preocupación porque hacen falta varias personas para atender el monasterio y lo vemos complicado. Se abre un periodo de mucha incertidumbre. Estamos muy agradecidos a los franciscanos por el tiempo que llevan aquí, pero a ver qué camino tomamos en adelante».El responsable de la bodega Picos de Cabariezo cree que también debería contemplarse la posibilidad de que un grupo de religiosas se haga cargo del monasterio y de la custodia del Lignum Crucis. «Sería importante que dejaran tener más protagonismo a las mujeres en la Iglesia; se trata de un paso importante que a estas alturas resulta ya necesario, y el Papa no puede esperar más para tomar esas decisiones: no puede hacerse todo a tiempo pasado cuando la necesidad la tenemos hoy y la Iglesia no debe andar siempre a remolque. Yo incluso sería partidario de que les diesen autorización para decir misa: son cosas que llegarán con el tiempo, de eso estoy totalmente convencido».
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