Alcaldes y hosteleros de Liébana, preocupados por la «lenta» marcha de la obra del Desfiladero

El proyecto afecta al tramo de esta carretera comprendido entre el punto kilométrico 154,5, en Castro Cillorigo (Cantabria), y el 174,5, en Panes (Asturias). La ampliación y mejora de la vía, que pasará a contar con dos carriles de tres metros, arcenes de un metro, cunetas de 0,50 metros y otro tanto de sistemas de contención, tiene un plazo de ejecución de 48 meses, por lo que, en teoría, debería estar completada en el año 2026.

En el mes de junio del pasado año, después de las labores preliminares, se comenzó a actuar en el tramo comprendido entre Lebeña y la zona conocida como La Cantera, realizando la construcción de drenajes para facilitar la evacuación del agua hacia el río Deva. Actualmente, se sigue trabajando en este tramo de carretera, de menos de dos kilómetros de longitud y que está regulado por semáforos, ya que está cortado uno de los carriles a la circulación de vehículos. Con los drenajes construidos, en la actualidad «estamos realizando muros, escolleras y voladizos, así como micropivotes para los voladizos hacia la margen de carretera donde discurre el río Deva, pero los trabajos son lentos, ya que el otro margen de la carretera, donde se encuentra el talud y la montaña, no lo podemos tocar», reconocen en la empresa encargada de los trabajos.

Pese a que en junio del pasado año se iniciaron las obras en la carretera, los alcaldes de la comarca siguen molestos porque «en ningún momento hemos recibido ningún tipo de información de cómo se están desarrollando los trabajos y, sobre todo, de qué previsiones se tienen de cara a la próxima celebración del Año Jubilar Lebaniego, con el considerable aumento de vehículos transitando por esta vía de comunicación». Así lo afirmaba Jesús Cuevas, alcalde de Cillorigo de Liébana, cuyo municipio es uno de los afectados por esta reforma integral, y que vio cómo en 2019 se paralizaron las obras en el anterior proyecto, en el tramo de Castro-Cillorigo a Lebeña, para hacer un modificado. «Precisamente -matiza- en el peor tramo y más estrecho del Desfiladero y donde más altura hay hacia el río Deva», destaca Cuevas.

También, preocupa la marcha de los trabajos que, a juicio de algunos regidores, van muy «lentos». Así lo percibe Javier Gómez, alcalde de Potes, quien reconoce que «me gustaría, como a todos los lebaniegos, que avanzaran con más rapidez, pero soy consciente de las dificultades técnicas de la obra, por la orografía y características del Desfiladero, por lo que pido paciencia y comprensión ante las inevitables molestias que sin duda sufriremos estos meses».

Gómez cree que «este primer trimestre del año, donde hay menos circulación por la N-621, debe aprovecharse para intensificar el ritmo de trabajo y realizar una planificación de la obra que permita compatibilizar la ejecución de la misma con los meses de mayor tránsito y más en con la cercanía del Año Jubilar». El alcalde de Potes apuesta por «racionalizar los cortes y trabajar por la noche pero, en ningún caso, paralizar las obras, pues después de tantos años el principal objetivo y exigencia de los lebaniegos es que se ejecute el proyecto en su totalidad y en los plazos previstos». Recuerda que «los años jubilares se celebran cada 4, 5 u 11 años, pero esta obra la llevamos demandando 50 años».

Un sector que también sigue con especial preocupación el estado actual de las obras y la inminente llegada del Año Jubilar es el de la hostelería.

El presidente de la Agrupación de Hostelería y Turismo del valle de Camaleño, Hugo Campo, confiesa que «estamos preocupados, porque a partir de abril se multiplicará el número de visitantes a la comarca y vemos que las obras van muy lentas». Campo se muestra contrario a «realizar cortes de mucho tiempo, porque pueden generar tapones en la circulación diaria pero, somos conscientes y así lo apoyamos, de que las obras continúen, con cortes puntuales». Los hosteleros de la comarca proponen que estas actuaciones «se pueden realizar en horario nocturno, cuando el tránsito por la carretera es muy bajo, lo que sin duda aumentaría el ritmo en los trabajos», opinan.