Cientos de devotos acompañan a La Santuca en su peregrinación por los pueblos de Liébana

La larga jornada se inició a las 07.00 horas en la iglesia parroquial de Aniezo, donde dio comienzo la celebración de una misa con la iglesia llena de devotos, que fue oficiada por el párroco, Elías Hoyal, que concelebró con el sacerdote Marcelo Lucaci.

Finalizada la misa, con las cerezas que pendían de las andas tradicionales churriguerescas, la imagen de La Santuca, inició el largo peregrinaje hasta Santo Toribio, en una procesión encabezada por el estandarte, el pendón, la cruz y los cirios, atravesando las calles de Aniezo, para posteriormente llegar hasta la localidad de Cambarco, bajo el repique de campanas, donde se incorporó su pendón procesional, al igual que se incorporaría el de Frama, junto a la ermita de La Blanca, y en la llegada de los diferentes términos municipales.

Así, se llegó al cruce de Vieda, donde cogió las andas, como es tradición, el alcalde del municipio de Cabezón de Liébana, Jesús Fuente, pasando seguidamente por la localidad de Frama.

Entrando en el término municipal de Ojedo, se produjo el choque de bastones entre el alcalde de Cabezón de Liébana, y el de Cillorigo de Liébana, Jesús Cuevas, así como el choque de pendones, al igual que sucedería al llegar al término de Potes, entre Jesús Cuevas, y el alcalde de la villa, Javier Gómez.

Al llegar la procesión frente a la residencia de la Tercera Edad 'Félix de las Cuevas', hubo una parada muy emotiva, para que los ancianos pudieran venerarla, o contemplarla con nostalgia desde el amplio corredor.

Seguidamente, se atravesó la Plaza y la calle Cántabra, llegando hasta la ermita de San Cayetano, donde hubo parada tradicional, al igual que antes de la salida de las calles de la villa, junto a la ermita de la Virgen del Camino.

Cuando se llegó a Fonfría y al término municipal de Camaleño, antes de iniciarse la subida al monasterio de Santo Toribio, Javier Gómez, entregó las andas a Óscar Casares, alcalde de Camaleño.

La patrona de Liébana llegó a las 12.00 horas al monasterio de Santo Toribio, donde en la entrada a la explanada, tuvo lugar el encuentro con la Reliquia del Lignum Crucis, que portaba bajo palio, por vez primera, el obispo de Santander, Arturo Ros.

La imagen de La Santuca, trasladada en las andas, y la reliquia de la Cruz, fueron introducidas en la iglesia, donde dio comienzo la celebración de una misa solemne, que finalizó con la bendición con la Reliquia, el canto de la Salve en honor de la patrona de Liébana, y la posterior veneración. Los fieles devotos siguieron la ceremonia religiosa tanto desde la iglesia como desde la capilla del Lignum Crucis o desde el claustro. La consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, asistió a la misa, junto con los alcaldes de Liébana, y responsables de la Hermandad de la Virgen de la Luz y de la Cofradía de la Santísima Cruz, entre otros.

Al finalizar la misa, la imagen de la patrona de Liébana, fue trasladada nuevamente en las andas procesionales, desde el monasterio hasta la iglesia parroquial de San Vicente Mártir de la villa de Potes, donde hubo una misa a las 14.00 horas.

Esta tarde, después del rosario, la imagen iniciará de nuevo el viaje de vuelta hasta la localidad de Aniezo, trasladada en las andas procesionales por los devotos, después de realizar paradas frente a la residencia de la Tercera Edad y el antiguo hotel de El Rubio, en la villa de Potes; en la localidad de Ojedo; en la iglesia parroquial de Frama, donde las devotas cantaron las tradicionales Flores a la Virgen; en Vieda; frente a la ermita de La Blanca y en la iglesia de Cambarco, para llegar a la iglesia de Aniezo a última hora de la tarde.

El sábado, después de una misa que se celebrará a las 16.00 horas, se iniciará la procesión para llevar a la Virgen de la Luz a su santuario, al pie de Peña Sagra.