El deslinde del Instituto Geográfico en Liébana abre el debate de los mojones

El IGN ha puesto al día los datos basándose «en los mojones (señal permanente que establece el límite entre un municipio y otro) que aparecen en las actas de los deslindes realizados en el siglo XX», explicó ayer el alcalde de Potes, Javier Gómez. Sin embargo, «aunque en estas actas aparecen prácticamente todos los mojones, existen zonas donde no están muy claros los límites y eso es precisamente lo que puede crear controversia». Sobre estos enclaves situados 'en tierra de nadie' el Instituto Geográfico ha elaborado una propuesta que ha trasladado a los regidores.

En este sentido, existen discrepancias con la línea fronteriza entre Potes y Vega de Liébana por el mojón del monte Viorna. A este respecto, Gómez confirma que está «estudiando el planteamiento del IGN para reunirnos y poder presentar nuestro punto de vista, aunque tampoco existe mucha discrepancia». Su homólogo en Vega de Liébana, Gregorio Alonso, alude a la «gente mayor de los pueblos, que es quien mejor conoce el punto exacto donde se encuentran los mojones» como clave para aclarar el proceso. En cualquier caso, asegura, «estamos investigando con agentes del Medio Natural». Alonso reconoce también que, por ejemplo, «los límites entre Polaciones y Tudes aparecen mal en el catastro».

Igualmente existen opiniones diferentes en cuanto al mojón que separa Cabezón de Liébana y Pesaguero. El alcalde del primer municipio, Jesús Fuente, afirma que se trata de una señal «situada entre Perrozo y Lerones, que está perfectamente localizada en la zona de la Peña del Esgobio». Pero desde Pesaguero lo sitúan un poco más atrás. En cambio, Fuente se muestra tajante: «Ese mojón está puesto hace muchos años y no lo vamos a cambiar, por lo que tendremos que ponernos de acuerdo», adelanta.

A su vez, Pesaguero limita con Valdeprado, cuyo alcalde, Enrique Sabaris, comentó en el último Pleno que «reconocemos los mojones, pero no la línea que les une, ya que los vecinos de Cotillos (Polaciones) quieren meterse en la zona de Valdeprado y no estamos de acuerdo», aclaró.

Y aún hay discrepancias de mayor calado. Como las que se dan entre Cillorigo de Liébana y Tresviso. Según el alcalde de Cillorigo, Jesús Cuevas, «hay una sentencia del Tribunal Supremo de hace más de diez años, avalada por el estudio de un despacho de abogados, que nos da la razón en los límites, pero Tresviso no los reconoce, pese a ser los que actualmente figuran como oficiales. Es un problema histórico», indica. El regidor de Tresviso, Alan Ruiz, reconoce también que «existe algún desacuerdo en alguno de los mojones».

Así las cosas, los alcaldes deberán debatir, entenderse y encontrar el consenso, de manera que los límites entre los municipios lebaniegos sean actualizados con rigurosidad. De lo contrario, el tema podría acabar en los tribunales.

El estudio actual del IGN complementa el Plan de Actualización de las Delimitaciones Territoriales que ya puso en marcha el Gobierno de Cantabria en 2019. Si finalmente se da el acuerdo con lo que se ha determinado, se levanta un «acta complementaria» que incluye las coordenadas de los mojones y fotografías para actualizar la cartografía del IGN. Y se incluye la información en la Base de Datos Digital sobre delimitaciones territoriales del Registro Central de Cartografía para que esté disponible su consulta pública. La información se traslada también al Ejecutivo regional para que tenga constancia de las nuevas líneas. Además, el acta tiene que ser luego aprobada en los plenos de cada ayuntamiento. Así que las cosas todavía tardarán un tiempo en arreglarse.