Secciones
Servicios
Destacamos
Pedro Álvarez
Miércoles, 31 de julio 2019, 14:29
Fue una casualidad en el arranque de una jornada tranquila, como todas, del verano en Liébana. Eran ya en torno a las diez de la mañana cuando un pescador que se encontraba pescando en el río Deva, en el tramo de Fonfría, al finalizar el ... término municipal de la villa de Potes, vio algo extraño en el agua. Al fijarse, se encontró en el río el cuerpo sin vida de una persona. Inmediatamente procedió a llamar al 112. Se movilizó a los bomberos, una ambulancia, la Guardia Civil, la Policía Local y acudieron un médico y una enfermera del Centro de Salud. Tras descender a la difícil zona del río donde se encontraba el cuerpo, se certificó su muerte. No resultó fácil. Debido, precisamente, a la dificultad para llegar hasta la zona hubo que movilizar a efectivos del Greim de Potes. Ellos fueron quienes finalmente sacaron el cuerpo del río. Eso fue ya en torno a la una y media.
El fallecido era Michael Wollynskyj, de 61 años de edad y vecino de Quintana (en el municipio de Camaleño). El hombre –sus padres vinieron a Liébana desde Europa del Este y él llegó con ellos– vivía solo en una vivienda frente a la iglesia parroquial de Baró. Por ahora, según confirmaron las autoridades que investigan el caso, se desconocen las causas del fallecimiento. Lo que sí parece claro es que el cuerpo ya llevaba más de un día en el río Deva cuando fue localizado por el pescador. Él mismo habló de este extremo con este periódico.
Se trata de un policía nacional de Bilbao que se encontraba disfrutando el día en la zona. Él fue el que lo encontró. «Soy una persona que me gusta mucho pescar y esta mañana –por el miércoles–, sobre las nueve y media, bajé con la caña al río Deva en esta zona de Fonfría, que está cercana a la fuente», comentaba. «Al subir un tramo río arriba –prosiguió con el relato– me encontré con el cuerpo de una persona que se encontraba en el agua». A su juicio, «por el aspecto que presentaba», según especificó, «debía llevar más de un día allí». Una opinión, en principio, válida por su experiencia. «Yo soy una persona que debido a mi trabajo estoy acostumbrado a ver muchos tipos de sucesos, pero no cabe duda de que a uno le deja mal cuerpo encontrarse con una situación como la que me ha tocado vivir hoy».
El cuerpo sin vida del vecino de Camaleño fue trasladado posteriormente en el furgón de la funeraria hasta Santander. En la capital estaba previsto que se le practique la autopsia para poder determinar las causas de la muerte y también el día exacto en que se produjo su fallecimiento para esclarecer lo sucedido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.