Fallece Antonio Conde, el último telegrafista de Liébana

En aquellos años, lo que más funcionaba en la oficina eran los giros, principalmente de familiares a sus hijos, que estaban haciendo el servicio militar. En la oficina, Antonio disponía de un receptor de morse, por donde salía la cinta marcada con punto y raya, así como un receptor acústico, donde recibía las llamadas, y un teletipo. El morse se utilizaba mucho debido a las continuas averías eléctricas, principalmente en invierno. El telégrafo funcionaba con baterías y el primer teletipo que tuvo fue de marca Siemens.

Conde ejerció como telegrafista hasta mediados de los años 90, y cuando la profesión fue cada vez más en desuso, comenzó a realizar labores propias de cartero. En el año 2011, recibió un cariñoso homenaje, con motivo de su jubilación en la oficina de la villa lebaniega.

Además de su trabajo como telegrafista, el profesional desempeñó desde el año 1995 hasta 2007 el cargo de concejal del PP, principalmente, en el área de Festejos, en el Ayuntamiento de Potes, haciéndolo de forma comprometida con la villa que siempre consideró su segunda tierra, después de su querida Asturias. En Potes, su mujer e hijos abrieron el establecimiento de hostelería Casa Favila.

Hoy, miércoles, será trasladado desde Gijón hasta la iglesia parroquial de Potes, donde a las 16.30 horas tendrá lugar el funeral, siendo a continuación su inhumación en el cementerio de la capital lebaniega.