Ganaderos y agricultores recuperan ferias y festejos para celebrar San Isidro

El presidente, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; y los consejeros de Presidencia, Paula Fernández; de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, y de Obras Públicas, José Luis Gochicoa participaron en algunas de las citas organizadas en distintos puntos de la región, en las que destacaron «el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio» de los profesionales del sector primario en Cantabria. Resaltaron también la importancia de la agricultura y la ganadería como actividades «esenciales» para dinamizar el desarrollo socioeconómico del medio rural y contribuir a la lucha contra el despoblamiento. Animaron también a los ayuntamientos a seguir organizando ferias ganaderas en sus municipios para apoyar a los profesionales a la hora de promocionar su actividad.

En la localidad lebaniega de Tama (Cillorigo de Liébana) se celebró la séptima concentración ganadera a la que acudieron cerca de treinta ganaderías, en su mayor parte del municipio, que exhibieron unas 400 cabezas de ganado vacuno y 130 de caballar. Los ganaderos participantes recibieron un campano y dos sacos de pienso cada uno. También, durante la mañana, tuvo lugar la procesión del santo y la misa. La fiesta concluyó con un sorteo de aperos de labranza y una comida popular seguida de verbena.

En Galizano (Ribamontán al Mar) tuvo lugar la feria-concurso regional de ganado selecto de raza frisona, con la participación de medio centenar de animales de una decena de ganaderías de la región.

La consejera de Presidencia, Paula Fernández, celebró San Isidro con los vecinos de Voto y Liendo, que también organizaron diferentes actos, al igual que los ganaderos y agricultores de Suances, hasta donde se desplazó el titular de Desarrollo Rural y Ganadería, Guillermo Blanco, para unirse a las celebraciones organizadas, entre las que destacó la comida popular para los trabajadores del sector.

Tras el obligado paréntesis de dos años a causa de la pandemia, Novales (Alfoz de Lloredo) recuperaba el tradicional sorteo de aperos de labranza en el parque de La Aceña. En el bombo estaban los nombres de todos los vecinos censados pero para ser ganador, el agraciado debía estar presente en el acto. Desbrozadoras, carretillos y tijeras de podar fueron algunos de los artículos sorteados.