Secciones
Servicios
Destacamos
El recibimiento siempre es el mismo. El franciscano sale, charla con los peregrinos, les pregunta de dónde vienen y les explica brevemente que supone entrar a Santo Toribio por la Puerta del Perdón. Se hace a diario justo antes de las doce. Luego rezan la ... oración de los caminantes y acceden al templo para la misa. Pero este miércoles al padre Óscar le tocó añadir a su repertorio una pregunta. «A ver, ¿usted es la presidenta?». María José Sáenz de Buruaga asintió, escoltada por siete de sus consejeros. Fue una imagen simbólica. El Gobierno ante la Puerta más sagrada de Cantabria. Y algo así se buscaba. El Ejecutivo trasladó el Consejo de Gobierno a Potes, a Liébana. Un gesto a pocos días de la clausura del Año Jubilar Lebaniego –y el cierre de la puerta, el día 14–. Y a menos aún de que Alejandro Sanz venga a Santo Toribio –este sábado, a las 13.00 horas– a recoger el premio Beato. La confirmación de que el artista vendrá fue uno de los anuncios que hizo la presidenta. De los pocos. Porque más que grandes novedades se trataba de estar (en sentido amplio) en Liébana.
1 /
Por eso, la jornada empezó con una reunión informal con los alcaldes lebaniegos. A primera hora, un café. Allí estaban Alan Ruiz (Tresviso), Jesús Cuevas (Cillorigo), Jesús Fuentes (Cabezón de Liébana), Javier Gómez (Potes), Óscar Casares (Camaleño), Enrique Sabarís (Pesaguero) y Gregorio Alonso (Vega de Liébana). Charlaron un rato con la presidenta y posaron todos juntos ante el Centro de Estudios Lebaniegos, donde se organizó la agenda de trabajo.
Fue el anticipo de la reunión del Consejo. Faltaban Eduardo Arasti (Industria) y Sergio Silva (Educación), que tenían citas en Madrid. Y tardaron un poco más de lo previsto en llegar Begoña Gómez del Río (Inclusión Social), César Pascual (Sanidad) y Luis Ángel Agüeros (Economía). Ser consejero no libra de las esperas por las obras en el Desfiladero (sin duda, el tema del día).
En resumen, Buruaga y siete miembros de su equipo en el oratorio de San Felipe Neri (puestos a buscarle simbolismo a la cosa, un lugar pensado para el rezo). «Toca hacer balance del Año Jubilar, algo que en próximas ediciones requiere un replanteamiento para que sea un verdadero éxito», empezó diciendo la presidenta en su discurso tras la reunión. Y se centró, estando donde estaba, en eso. Año Jubilar y Camino Lebaniego. Primero, con cifras. A 1 de abril, algo más de 14.000 peregrinos acreditados, con credenciales. «Y se superarán los 15.800 que se alcanzaron en 2017». Habló de una «estimación» («porque no hay un sistema fiable de conteo, algo a lo que hay que poner remedio») de unos 300.000 visitantes en Santo Toribio, con un importante incremento de peregrinos extranjeros. Alguno pensará aquí que eso está muy lejos de esas cifras en millones que se daban otras veces. Desde el equipo de la presidenta aclararon que en esos datos (del anterior Gobierno) se incluían los que iban a los conciertos, a las actividades... En todo caso, quedó claro que los números (salvo con las credenciales) no son algo muy riguroso.
Buruaga insistió en que tanto el Año Jubilar como el Camino requieren «de un cambio de enfoque». Menos «improvisación, mirada corta y acción puntual» y más «acciones coordinadas y promoción» de la senda «durante todo el año y hacia fuera». La peregrinación, más allá de su fecha estelar, debe promocionarse «todo el tiempo y a todo el mundo». En ese sentido, anunció que durante este año se va a iniciar la reforma del albergue de Santullán (en Castro, en el camino de la costa) y que las antiguas escuelas de Lomeña (Pesaguero) se convertirán en uno nuevo, además de una actualización de todas las señales durante el itinerario.
La presidenta habló brevemente del ciclo de conciertos que habrá con motivo del cierre del Año Jubilar –empezarán el día 12 en San Vicente y acabarán el 29 en el Palacio de Festivales de Santander– y se detuvo en los Premios Beato. El de la Cohesión Internacional, para la Organización Nacional de Trasplantes. Y el del Entendimiento y Convivencia, para Alejandro Sanz. Y sí, Sanz viene a por ello. Estará este sábado en Santo Toribio.
De allí, al monasterio. Última parada. La comitiva del Gobierno pasó por la Puerta del Perdón y asistió a la Misa del Peregrino. Junto a personas llegadas de Irlanda, Canadá, de Burgos, de Córdoba... Buruaga y sus consejeros se colocaron en la primera fila en una ceremonia que no fue distinta a la de cualquier otro día presidida por el Lignum Crucis. La reliquia fue la protagonista del último gesto simbólico del día por parte de la presidenta. Cola hasta la capilla y un beso.
A Buruaga le preguntaron si tenía previsto hacer algo con la Ley de Memoria Histórica. «No hay novedad», dijo. De entrada, explicó que no se habían «dejado llevar por nadie». Que ellos prometieron que derogarían una ley que «reabre heridas». Y que sí que tienen interés en dos puntos. «El apoyo a las familias para encontrar y exhumar restos de sus seres queridos y la protección de los documentos sobre la Guerra Civil». «Estamos en estudiar jurídicamente el alcance la derogación de la Ley garantizando esos dos derechos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.