Huella Cantabria quiere convertir al oso en un dinamizador de la educación ambiental

Unos escolares de Pontevedra que se encontraban de excursión en Liébana han sido los primeros beneficiados ayer de la puesta en marcha del programa Huella Cantabria en Potes, una iniciativa promovida por la Fundación Oso Pardo, que desde hace dos años cuenta con la Casa del Oso, en la villa lebaniega. El proyecto se desarrolla a apenas dos kilómetros de Potes, junto a la ermita de la Virgen de Valmayor, en cuyo entorno, y gracias a la colaboración de la Hermandad de la Virgen, propietaria de los terrenos, se ha conseguido un espacio en el que los escolares podrán disfrutar y aprender sobre el oso pardo y otras especies de la zona con ayuda de un cuaderno de campo.

La inauguración de este recorrido contó con la presencia de Rosa Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del Gobierno de Cantabria; Javier Gómez, alcalde de Potes; Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo; Jesús García, director del CIMA; y Jesús Gómez, presidente de la Hermandad, así como de los directores de los centros educativos de Potes y de monitoras de la Fundación.

Javier Gómez, después de dar la bienvenida, agradeció a la Hermandad de la Virgen de Valmayor, propietaria de los terrenos donde se realizará el trabajo de campo con los grupos de escolares, que haya dejado «estos espacios para disfrute de todos los que a partir de ahora se van a beneficiar de este proyecto, que supone el acercamiento del mundo del oso y de la naturaleza a los escolares».

Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, señaló que «este escenario es perfecto para desarrollar el proyecto de campo y llegar a los escolares» y confirmó que «el programa se iniciará el próximo curso con los escolares de Liébana y luego se abrirá a todos los colegios de Cantabria, así como a todos los escolares que vengan a albergues y campamentos a la comarca».

Palomero confirmó que «la gran noticia es que la población de osos en la Cordillera Cantábrica estimamos que superan con creces los 300 ejemplares y se pueden acercar a los 350, ya con una comunicación genética entre ellos».

Finalmente, Rosa Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, manifestó que «este proyecto único que es una actividad completa de casa, campo y taller, por el contenido y por el contexto privilegiado donde se encuentra, cuenta con el apoyo y colaboración del Gobierno de Cantabria, e incide en la educación ambiental y en la complejidad social, ya que el oso pardo es una de nuestras mayores joyas en nuestro patrimonio natural y cultural y por medio de este programa hemos conseguido que el oso sea un dinamizador de la educación ambiental y de la formación de nuestros jóvenes».