La iglesia de Ledantes recupera sus frescos

La iglesia fue construida a mediados del siglo XVI sobre otra anterior, pero no fue hasta 1986 cuando se descubrieron los frescos, que permanecían ocultos bajo el retablo mayor. Estas pinturas, renacentistas, muestran en la escena central la lucha entre San Jorge y el dragón. En los laterales, figuran dos santos italianos, Santa Ágata de Catania y San Pedro de Verona, y en la parte superior, en el frontón, se muestra al Padre Eterno.

El Consejero de Cultura Francisco Fernández Mañanes ha querido subrayar la «singularidad» de estos frescos, que junto con otros como los hallados en las parroquias de Escobedo de Camargo, Rubayo y Ojébar, «ponen de manifiesto el importante desarrollo que alcanzó la pintura mural en Cantabria entre los siglos XII y XVI». Estas renovadas pinturas murales de San Jorge de Ledantes «enriquecen el amplio catálogo patrimonial de nuestra región y añaden para los turistas, un aliciente más a sus magníficos recursos paisajísticos».

Respecto a los trabajos que se han llevado a cabo en la iglesia, la restauradora Lydia Quevedo, ha indicado que «la última fase realizada ha consistido en sanear la pared y colocar los tubos de la iluminación, así como limpiar y recuperar las pinturas que se encuentran en la bóveda del techo de altar.

«La doble policromía detectada nos hace pensar que estas nuevas muestras artísticas de la bóveda podrían ser del siglo XVI y las que las tapan se datarían en el XVIII, al igual que ocurre con las pinturas existentes en la capilla lateral de los Álvarez y Bedoya. Como en otras muchas iglesias, en Ledantes las pinturas cubrían todas las paredes, pero se perdieron muchas de ellas al sacar la piedra, aunque se han podido conservar las zonas donde había retablos o en las bóvedas».

El alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, reconoce que «he mantenido reuniones con los dos últimos obispos de la Diócesis de Santander para hacerles ver la importancia de la restauración de las pinturas, y tengo también que mostrar mi agradecimiento a Manuel Muela, párroco de Vega de Liébana, «porque siempre he encontrado muy buena colaboración por su parte en recuperar este magnífico patrimonio». «También he de valorar muy positivamente el trabajo realizado por la restauradora, Lydia Quevedo. El que conozca el antes y el después de las pinturas de la iglesia de Ledantes, comprobará que hay una diferencia abismal, ya que el fresco estaba bastante deteriorado y los anclajes del retablo mayor lo habían estropeado mucho».

Alonso, manifiesta que «nuestra idea era no perder el patrimonio y por eso las pinturas de la iglesia de Ledantes eran una prioridad. Una vez decididos a acometer las obras, tenemos que agradecer a la Consejería de Cultura la sensibilidad de poder contribuir con los recursos suficientes para conservar, y poner en valor este elemento de nuestro patrimonio».

El alcalde señala que «en un principio pensábamos también actuar en el exterior de la iglesia, para poder sanear las paredes de la humedad que ahora existe y consolidar y afianzar elementos como un reloj solar, en un lateral de la espadaña, donde hay que arreglar varias piedras que están algo sueltas, o restaurar los canecillos, que también tienen su importancia, pero habrá que hacerlo en otra actuación», explica.