
Ver 13 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 13 fotos
Nadie vive en Porcieda desde hace más de 20 años. El silencio en esta aldea lebaniega, situada a ocho kilómetros de Potes y muy cerca ... de Tudes, solo lo rompen, desde entonces, los cazadores y los senderistas que se lo encuentran en medio de la ruta del Camino Lebaniego. Pero una inmobiliaria de lujo con sede en Madrid, The Sibarist, ha puesto el ojo en ella. La agencia vende el pueblo entero, sus diez casas en ruinas y sus 3.000 metros cuadrados de terreno, por 380.000 euros. Aunque no es la primera vez que esta aldea cuelga el cartel de 'Se vende'. Hace nueve años, la inmobiliaria cántabra Mikeli ya ofertó este pueblo como uno de sus productos de lujo. La diferencia es que en aquella ocasión el precio de salida era de 1,5 millones de euros. Nadie llegó a comprarlo.
Después de tanto tiempo sin habitar, el estado de Porcieda es de abandono total. No llega el agua ni tampoco la electricidad. El edificio que mejor se conserva es su ermita, dedicada a la Patrona del pueblo, la Virgen de las Nieves, pero la decena de casas de adobe y piedra donde vivían sus vecinos apenas se tienen en pie. La única forma de llegar allí es a través de una pista despejada, pero sin asfaltar en la mayoría del tramo, que después de solo un kilómetro llega a Tudes, galardonado como Pueblo de Cantabria en 2010.
Porcieda: un pueblo en ventaVer 13 fotos
«Hará falta una inversión muy potente, casi habría que tirarlo todo abajo y volverlo a construir. El Ayuntamiento ha limpiado el entorno, pero una aldea sin habitantes requiere mucho mantenimiento. En cualquier caso, el año pasado solo nacieron dos niños en todo el municipio, por lo que todo lo que venga será bienvenido», explica el alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, quien se muestra algo escéptico con la venta del pueblo porque «ya han surgido muchos rumores en los últimos años». Y cuenta cómo hace algún tiempo estuvo por allí una expedición del Banco Santander estudiando la opción de convertir Porcieda en un centro de retiro y de cursos para sus directivos. Pero se quedó en nada.
Fernando Mier, abogado de Sibarist y centrado en el mercado inmobiliario de Asturias y Cantabria, reconoce que el futuro de Porcieda pasa por un proyecto integral que lo convierta en un núcleo de apartamentos de turismo rural vinculado a actividades o a una zona residencial si una promotora lo compra y lo reforma todo. «No es para que un particular vaya y compre una sola vivienda. La ubicación es espectacular, pero está aislado y sin suministros. Lo que vendemos es suelo, edificabilidad y ubicación, las casas habría que volver a construirlas», explica Mier, que asegura haber puesto de acuerdo a cuatro de las cinco familias propietarias de lo que queda en Porcieda.
Estas futuras edificaciones estarían distribuidas por los doce solares que componen el pueblo –entre ellos las diez viviendas– que cuentan con superficies que abarcan desde los 48 a los 176 metros cuadrados.
Esta idea de futuro para Porcieda tampoco es nueva. Cuando la inmobiliaria Mikeli puso en venta el pueblo hace casi una década también se proyectó con un objetivo turístico. Hasta el punto de que se llegó a hablar de 45 apartamentos rurales. Otra de las formas de explotación económica que contemplaba entonces Mikeli era la hotelera. Y es que, pese a que el proyecto debía ser de rehabilitación, se podía construir un edificio de nueva planta en una de las fincas del extremo noreste del pueblo.
Fue hace siete meses cuando Sibarist colgó el anuncio de la aldea cántabra en su web, y desde entonces ha recibido «muchas llamadas». «La gente se interesa, pero para enamorarte tienes que ir a verlo. En cualquier caso, el precio de más de un millón de euros que se puso hace diez años está desfasado. A veces se pierde la perspectiva», explica su agente Fernando Mier, aunque reconoce que el interés por Cantabria ha crecido a lo grande en los últimos años. «La pandemia del Covid marcó un antes y un después en la actividad inmobiliaria aquí. El incremento del interés en estar en contacto con la naturaleza, unido al factor innegable del cambio climático, abrió un nuevo paradigma», explica.
Al alcalde de Vega de Liébana, sin embargo, no le convence del todo ese énfasis en explotar Porcieda turísticamente. «Mucha gente tiene una idea demasiado romántica del mundo rural. Ya hay 5.800 plazas hoteleras en Liébana. Si se hace muy atractivo puede tener tirón, pero tengo dudas», reconoce Gregorio Alonso.
Esta misma semana, el pueblo abandonado de Bárcena de Bureba, en Burgos, ha sido noticia por venderse al completo a un matrimonio holandés que quiere recuperarlo como una ecoaldea para revitalizar esta comarca situada a unos 40 kilómetros de la capital. Llevaba despoblado más de 50 años y los compradores de Países Bajos, una pareja de mediana edad, lo acaban de adquirir por 339.000 euros con sus 62 edificaciones, su iglesia y media docena de fincas de cultivo que ocupan unas seis hectáreas de extensión.
En cualquier caso, Porcieda tiene suficiente historia a sus espaldas como para hacerla más atractivo a los potenciales compradores. El nombre de la aldea aparece escrito por primera vez en el año 961 y su importancia se acentuó durante el siglo XV, cuando llegó a contar con un monasterio. Tras la Guerra Civil se convirtió en una zona de refugio para los maquis, los combatientes antifranquistas que luchaban contra la dictadura desde la clandestinidad. Y, de hecho, una de las opciones que Mikeli propuso para el futuro proyecto de rehabilitación fue convertirlo en un pueblo temático en homenaje a los guerrilleros.
En los años 60 el nombre de Porcieda se hizo famoso entre los amantes de lo paranormal, después de que varios testigos aseguraran haber avistado un supuesto ovni sobrevolando el cielo del pueblo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.