Las máquinas comienzan la semana que viene la reforma integral de La Hermida

El paso previsto para los próximos días según el cronograma del Ministerio y la UTE Puentes y Calzadas Infraestructuras, que se hizo con la adjudicación de la obra por 60,6 millones de euros (más IVA) y una baja del 23,3% respecto al presupuesto de licitación, es la creación de la plataforma sobre la que se instalarán los voladizos, la solución técnica elegida para ensanchar la calzada. Una vez que se realice esta parte del trabajo, después se colocarán los voladizos sobre el río, que serán de entre metro y medio y cinco metros de envergadura.

Inicialmente, se procederá a construir los más pequeños para causar las menores afecciones al tráfico durante la época estival, la temporada con un mayor volumen de circulación de vehículos. Serán afecciones «puntuales» y consistirán en permitir el paso de tráfico alternativo -primero en un sentido y después en el contrario- en diferentes tramos, que se regularán mediante semáforos.

El Ministerio de Transportes se encuentra ahora estudiando y coordinando con todas las partes afectadas cómo se procederá para ejecutar los trabajos que requieren una mayor afección al tráfico (como la instalación de los voladizos de mayor envergadura). Es decir, el corte total de la carretera. La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, se reunirá en las próximas semanas con los alcaldes de los municipios afectados y, cuando llegue el momento, el Ministerio informará a través de medio oficiales, «una vez se hayan concretado todos los detalles».

¿Y qué se ha hecho en los últimos dos meses desde el inicio oficial de la actuación? Los primeros trabajos preliminares consistieron en el pintado de señalización de obra -el característico color amarillo- de marcas viales y en la colocación de los carteles informativos. Y más recientemente, en las dos últimas semanas se está trabajando con las labores de drenaje para dar continuidad a las aguas, unas acciones que sí han requerido ya el uso de algunas máquinas. En cualquier caso, el movimiento de verdad arrancará la semana que viene.

El proyecto busca resolver y garantizar la accesibilidad en la zona ampliando el tamaño de una calzada en la que, actualmente, hay problemas cuando se cruzan dos vehículos de grandes dimensiones, y acabar con el problema de los desprendimientos. El desfiladero de La Hermida es la única vía de acceso desde la costa hasta Liébana, lo que hace que tenga que soportar un intenso tráfico, cifrado en unos 2.500 vehículos diarios de media, cantidad que llega a triplicarse en determinados momentos del año, como son los meses de verano.

Todo ello salvaguardando los altos valores ambientales del entorno. Por ello, el proyecto contempla la mejora e integración ambiental de la N-621 a lo largo del río Deva, entre Castro Cillorigo y el municipio asturiano de Panes, afectando a los términos municipales de Cillorigo de Liébana, Peñarrubia y Tresviso, en territorio cántabro, y a Peñamellera Baja, en el Principado. La obra tiene un plazo de ejecución de 48 meses, por lo que, si se cumplen los requisitos temporales, debería estar completada, como tarde, a mediados de 2026.