La muerte violenta de un gaitero asturiano en Potes, sin juicio dos años después

C. S. V. y A. F. D., de 19 y 20 años y vecinos de Liébana y Cartes, respectivamente, permanecen en libertad provisional a la espera de que avance la lenta fase de instrucción, que ya se ha prorrogado en dos ocasiones.

Javier Solares, gaitero de 46 años, murió tras ser golpeado por los arrestados, según se desprendió de las investigaciones realizadas por la Guardia Civil. Cayó al suelo y se golpeó brutalmente la cabeza.

Los hechos tuvieron lugar en julio de 2020 a la salida de un restaurante en Potes, a donde Javier Solares se había desplazado junto a su novia para reunirse con unos familiares. Después de cenar en el local, ya en la calle, se encontraron con los dos jóvenes, quienes, según relataron los testigos, comenzaron a increparles y a desafiarles. Javier Solares intentó que depusieran su actitud y les dejasen tranquilos, momento en el que, presuntamente, recibió un puñetazo en la cara. Cayó desplomado y se golpeó contra el suelo. Sufrió una severa fractura craneoencefálica y murió en el mismo lugar.

Los dos presuntos agresores huyeron precipitadamente, si bien la descripción aportada por los testigos permitieron a la Guardia Civil identificarles y localizarles poco tiempo después. Ante la Benemérita y en el juzgado de guardia declararon que no habían tenido intención de matar a Solares y que se había tratado «de un accidente». Según la versión de los investigados, el propio Javier Solares les había golpeado primero, antes de recibir el puñetazo en la cara que le hizo caer al suelo.

Sin embargo, el testimonio de los tres acompañantes de la víctima fue completamente distinto. Manifestaron que fueron los dos jóvenes los que golpearon al gijonés después de que les pidiese que se fueran y dejaran de molestarles.

El juez de guardia decretó su puesta en libertad con cargos, los de homicidio imprudente, si bien esta imputación podría modificarse en la instrucción, fase en la que aún está el procedimiento. Como medidas cautelares les impuso entregar sus pasaportes por riesgo de fuga, además de comparecer periódicamente en los juzgados de San Vicente de la Barquera, partido judicial al que pertenece Potes.

Como pruebas aportadas en la causa figuran el informe forense -determinó que la muerte se produjo por un severo traumatismo craneal-, las grabaciones de un banco que captaron parcialmente el violento episodio y las declaraciones de los testigos.

Según se desprende del atestado policial elaborado por la Guardia Civil y aportado a la causa, la víctima recibió un puñetazo en la cabeza que le hizo caer para atrás y golpearse contra el suelo. Presentaba también contusiones en otras partes del cuerpo provocadas por las patadas que le fueron propinadas cuando yacía sobre el asfalto. Será ahora la jueza la que, una vez que tenga en su poder los informes periciales, determine la responsabilidad de los dos acusados.