Una nueva pisa para Aniezo

Una de las piezas que más llaman la atención es la pisa, situada junto al puente medieval y el curso del arroyo de Aniezo. La última, obra de Claudio Martínez 'Cayín', ya fallecido, fue construida en el año 1987, ya que en ese lugar trabajó desde joven ayudando a su padre. Con el paso de los años, de madera, la pisa se fue deteriorando y destruyéndose sus piezas, por lo que la Junta Vecinal ha querido construir una nueva en dicho lugar, cuyos trabajos están a punto de concluirse, para volver a completar el conjunto etnográfico.

La construcción de la nueva pisa de Aniezo la ha llevado a cabo el Taller Navarrete, de Herrera de Ibio, la misma empresa que construyó la nueva pisa de la localidad de Ledantes (Vega de Liébana), en el año 2007, sustituyendo a la anterior que también se encontraba muy deteriorada. La actuación ha supuesto una inversión de 40.000 euros.

El trabajo del pisador era muy sacrificado y la última que estuvo en funcionamiento fue precisamente la pisa de Ledantes, en el municipio de Vega de Liébana. Estos artilugios construidos en madera, aprovechaban la fuerza de la corriente del agua, y permitían golpear, desengrasar y enfurtir las toscas telas procedentes de los telares. El resultado era un paño tupido y resistente.

La primera labor era bajar con caballerías a la villa de Potes, donde el pisador recogía las telas que dejaban los clientes, para trasladarlas hasta la estructuras en las que se trabajarían posteriormente. Allí, las telas se doblaban y eran colocadas en el cajón o 'peju', como se le conoce en la zona, que estaba cerca de la rueda, para ser golpeadas por los mazos. El agua, venía desviada por un canal y se regulaba su entrada a la pisa. La rueda iba girando, y entre sus paletas iban colocados unos botes de madera, que recogían el agua y mojaban constantemente la tela, que era medida en varas, teniendo cada una de ellas cuatro cuartas, aproximadamente, lo que equivalía a 88 centímetros. De cada cinco varas, mermaba siempre una, decían los que conocían el oficio. Con el sayal pisado se hacían mantas, escarpines, alforjas o costales.

En Liébana se tiene constancia de la existencia de las pisas desde la Edad Media. Las hubo en Potes, Cabezón de Liébana o Turieno, entre muchas otras. En el año 1753 ya aparecía citada la existencia de una pisa en Aniezo. Un siglo después se tiene constancia de la existencia de dos.

La pisa de Ledantes (Vega de Liébana) está declarada Bien de Interés Local, con la Categoría de Inmueble.

La construcción de este nuevo elemento del Parque del Agua de Aniezo ha estado envuelta en cierta polémica. Jesús Miguel Monje, presidente de la Junta Vecinal de la localidad donde se encuentra ubicada la estructura, se ha mostrado crítico con el Ayuntamiento de Cabezón de Liébana, ya que según manifiesta, «el alcalde, desde el primer momento, después de encontrarse en ruina la anterior pisa no se ha querido involucrar en este proyecto de la construcción de una nueva pisa, para instalarla en el lugar donde se encontraba la anterior, por lo que esta actuación ha salido adelante gracias a la Junta Vecinal y al interés de Julio Cires, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Cabezón de Liébana».

Por su parte, Jesús Fuente, alcalde Cabezón de Liébana, ha afirmado que «en el Ayuntamiento no consta ningún escrito de la Junta solicitando que se quiere construir una nueva pisa, ni que aportemos subvención en el caso de llegar a realizarse el proyecto, y es más, tengo que decir que ni siquiera han solicitado la correspondiente licencia de obras».