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Maquinaria aparcada en uno de los escasos lugares en que se puede estacionar en los márgenes del Desfiladero de la Hermida. Pedro Álvarez
Las obras del Desfiladero de la Hermida se reanudarán tras la Fiesta del Orujo

Las obras del Desfiladero de la Hermida se reanudarán tras la Fiesta del Orujo

Hasta después de Navidad no está previsto que se produzcan cortes totales de la carretera, realizándose únicamente interrupciones puntuales para no dificultar la afluencia de visitantes

Pedro Álvarez

Santander

Sábado, 28 de octubre 2017, 07:31

Las obras en el Desfiladero de la Hermida se reanudarán el próximo 13 de noviembre, una vez haya finalizado la Fiesta del Orujo, que se celebra del 10 al 12 de ese mes, tal y como se acordó en la reunión mantenida por el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, y los alcaldes de la comarca de Liébana. Las obras previstas inicialmente no supondrán el corte total del tráfico rodado puesto que consistirán fundamentalmente en la ejecución de cimentaciones, apeos provisionales, desvíos de servicios afectados y tareas de señalización, balizamiento y seguridad.

Sí se producirán, sin embargo, cortes intermitentes, pero para no perjudicar la afluencia de visitantes a la zona con motivo de la celebración del Año Jubilar Lebaniego se podrá circular con normalidad, a pesar de esas interrupciones serán puntuales.

Próximamente, está previsto un nuevo encuentro con los regidores y los representantes de los hosteleros de la comarca para darles a conocer el calendario definitivo de las actuaciones programadas así como de los cortes totales de tráfico que implicarán las obras dada la angostura del corredor y la dificultad de un itinerario alternativo, pero que en ningún caso se llevarán a cabo hasta enero de 2018, una vez finalizadas las fiestas de Navidad.

Alcaldes y hosteleros se muestran críticos por la «falta de información» que han tenido

Esta modificación en el calendario de trabajo responde a la afluencia de visitantes a la zona durante todo este año y a la autorización por parte de Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria para poder llevar a cabo ciertas actuaciones durante los meses de enero, febrero y marzo del año que viene, que hasta el momento estaban sujetas a determinados condicionantes ambientales relativos a las poblaciones piscícolas del río Deva, junto al cual discurre el trazado de la carretera.

Con malestar

El anuncio de la reanudación de los trabajos en el Desfiladero ha sido acogido con cierto malestar tanto por los alcaldes lebaniegos como por los hosteleros, que consideran que ha habido «falta de información sobre las obras». Óscar Casares, alcalde de Camaleño, considera que «había que haber tomado mucho antes la decisión, porque el no cerrar ahora el Desfiladero como estaba previsto, afecta a la hostelería, ya que se han tenido que cancelar reservas y en muchos establecimientos habían dado vacaciones al personal, como consecuencia del cierre anunciado». Casares, también afirma que «estoy de acuerdo en las nuevas fechas previstas, porque en enero habrá menor afluencia de turistas».

Por su parte, Gregorio Alonso, alcalde de Vega de Liébana y presidente del Grupo de Acción Local, se mostró satisfecho por el inicio de los trabajos», pero cree que «nos merecíamos una explicación hace tiempo, ya que los hosteleros han hecho sus planes. Me parece una falta de respeto. El rumor ya estaba hace unos días en la calle, pero se debía de haber comunicado a los vecinos».

En términos similares se manifestó, Jesús Fuente, alcalde de Cabezón de Liébana, que cree que «se tenía que haber comunicado antes, pero también es verdad que ahora estamos disfrutando de un buen tiempo, y si se cierra la carretera como parece en el mes de enero, habrá menos gente y sin duda se ocasionarán menos molestias».

Los hosteleros

En el sector de la hostelería, el enfado también es patente. Isabel Fombellida, responsable del 'Hotel Infantado', de Ojedo, manifestaba su «disconformidad total con la decisión tomada, por la falta de información que hemos tenido. En el hotel nos afecta bastante, ya que para esas fechas habíamos dado vacaciones a la chica de recepción, y sin duda afecta a las reservas, ya que además a los responsables de las empresas de autobuses que pretendían venir en esas fechas, hubo que decirles que debido a que se cerraba la carretera por las obras, tenían que tener previsto recorrer 50 kilómetros más para llegar aquí».

Jesús Prellezo, del hostal y restaurante 'Remoña', de Espinama, indica que «no es normal que se comunique esta decisión 20 días antes del cierre previsto de la carretera». Como sus colegas, Francisco Martín, responsable del restaurante 'Las Mañanitas' de Potes, mostró su enfado porque «ya había dado vacaciones al personal y creo que es una vergüenza que esto ocurra. No cabe duda de que igual para nosotros es mejor el mes de enero, porque hay menos afluencia de turismo, pero no se aún si será cierto que se comenzarán en esa fecha las obras, porque como dicen los viejos 'llevamos más de 40 años con las mismas promesas'». Finalmente, Luz María Rodríguez, del hotel 'Valdecoro', reconoció que «dábamos por hecho que la carretera se cerraba ahora en noviembre, pero consideramos que esta decisión no se puede tomar veinte días antes».

La obra del Desfiladero, que cuenta con un presupuesto de 7,6 millones de euros, tiene por finalidad la mejora de seis tramos de la carretera, la N-621, concretamente los situados en los puntos kilométricos 155,600; 156,040; 158,250; 158,700; 160,500 y 170,920. Estos seis tramos presentan una situación similar reflejada en la escasa anchura de plataforma de la carretera que limita el paso de dos vehículos simultáneamente, agravado por la topología rocosa de los taludes que, en ocasiones, presentan protuberancias o salientes que producen problemas de gálibo, obligando a los vehículos a invadir el carril contrario.

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