Piasca revive con emoción su Carnaval

Campaneros, zamarrones, la comparsa de la asociación cultural Andruido en la Paré –gracias a la que perdura esta ancestral representación del Carnaval desde que recuperara la fiesta en el año 2009– y el oso han recorrido las calles de la localidad lebaniega, unos detrás de otros, reviviendo el jolgorio y la emoción. Como en años anteriores, contaron con la colaboración de asociaciones de Galicia y Portugal, cuyos componentes elevaron aún más, si cabe, la fiesta con sus bombos, sus herramientas tradicionales y las máscaras de elementos naturales, donde se combinaba lo profano y lo religioso. Todo, con el sonido de las gaitas del grupo Peña Gedio de fondo.

Los participantes han hecho suyo el pueblo en una jornada de color e ilusión. Esa ilusión que se refleja en la cara de quien lleva un año esperando que llegue un día. Y luego ese día nunca dura lo suficiente. Así viven su Carnaval los vecinos de Liébana. Y así lo han percibido este sábado, y lo han sentido, los asistentes al acto institucional, presentado por la periodista de El Diario Montañés Leticia Mena y el presidente de la asociación Andruido en la Paré, Ismael Blanco. Tampoco quisieron perderse la cita la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, y por supuesto, el alcalde de Cabezón de Liébana, Jesús Fuente, entre otros.

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Como socio de honor de la referida asociación, ha sido distinguido el periodista José Antonio Machín, que durante muchos años fue el rostro del informativo territorial de TVE. Machín ha recibido la condecoración «con alegría» y ha asegurado que «este reconocimiento supone el compromiso de dar a conocer el valor cultural y patrimonial de esta zona, y el trabajo de la asociación y de los vecinos de Cabezón de Liébana por conservar y transmitir este Carnaval». Después, Pedro Gutiérrez Mediavilla, vecino de la localidad de Caloca, ha sido nombrado 'Campanero de la Paré' por su trayectoria en este histórico festejo.

Finalizado el acto, campaneros y zamarrones se han desplazado hasta el prado de Los Llanos, dejando una estela de música y color, para descender hasta la iglesia románica de Santa María. Allí les esperaba el público. Entre ellos, la Cofradía del Aguardiente del Orujo y del Vino de Liébana y los integrantes del Aula de Cultura Tradicional del Valle de Camaleño. Hubo paella y té con orujo para coger fuerzas y seguir celebrando el Carnaval vespertino, con el gran desfile que discurre por las calles del pueblo y que ha concluido con una foto de familia en las escaleras de la Torre del Infantado.