Potes enamora a Lonely Planet por su encanto

La publicación califica la villa como «la capital de los montañeros, senderistas y peregrinos que recorren el Camino Lebaniego hasta el monasterio de Santo Toribio de Liébana, a dos kilómetros». También explica de dónde viene su nombre: «de sus puentes se nombró 'ponte', lo que derivó en 'Potes'». «Es el pueblo de los puentes y de las torres, como la del Infantado y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV. Su zona antigua mantiene un gran sabor popular y sus callejuelas están llenas de caserones blasonados», destaca la publicación.

La satisfacción de los oriundos la resumía ayer su alcalde, Javier Gómez, al explicar que «es un orgullo que esta plataforma turística digital tan importante nos reconozca como el pueblo más bonito gracias a las votaciones de sus suscriptores. Es una motivación para seguir trabajando en este sentido».

Gómez extendió el título a toda la comarca: «Para ser justos, creo que el puesto es para toda la comarca de Liébana porque el que visita Potes se desplaza por el valle y le cautivan todos los puntos de alrededor hasta Fuente Dé».

El alcalde de la villa señaló con humildad que «no considero que seamos el más bonito, pero sí, muy bonito». El mayor encanto que encandila a los visitantes son «sus calles empedradas, las casonas antiguas y el entorno a los pies de las montañas, una vista que se disfruta desde la villa», añadió.

Es Potes una venta a los Picos de Europa que en los últimos años ha recuperado callejuelas y fachadas antiguas que permanecían olvidadas, sacándo partido a su patrimonio histórico. De ello es ejemplo la calle Cimavilla y la Fuente la Riega, las más fotografiadas junto con el barrio del Sol.

«Hemos trabajado por hacer compatible el casco antiguo con el encanto que demanda el turismo y accesible para los vecinos en su día a día», explica Gómez. Este impulso mediático de la guía 'Lonely Planet' sirve de gancho turístico para esta localidad que desde hace una década integra la Asociación de Pueblos Más Bonitos de España.