Potes pierde a Francisco Fernández, uno de los impulsores de la Fiesta del Orujo

«Era una persona entrañable» de las que deja «huella en el alma», explicaban ayer algunas de las personas que fueron vecinos y colaboradores en la fiesta lebaniega. De hecho, a 'Paquito el Mielero' se le empezó a echar en falta tiempo antes «cuando dejó de pasear» por las calles de su pueblo natal.

Francisco Fernández nació en Potes en 1935, en el seno de una familia humilde y numerosa. Cuando tenía 11 años ya recogía sarmientos de las viñas ayudando a su padre. Siempre estuvo muy vinculado al oficio del viticultor, que entonces era abundante, así como al trabajo de las huertas. Su padre fue su maestro para enseñarle a cultivar las viñas, a sacar una cosecha de buen vino y a tener siempre un orujo de calidad destilado en la tradicional alquitara. Como muchos lebaniegos, tuvo que emigrar de la tierra que tanto quería, trabajando en Bilbao, pero el exilio no duró mucho y regresó de nuevo a su pueblo natal. Se casó en 1967 con María Ángeles Gutiérrez, nacida en Turieno, que le dio dos hijos, María Ángeles y Francisco 'Kiko'.

Su vida transcurrió trabajando en la finca de Diputación en Sotama, podando los árboles, otro oficio que también desempeñó con maestría hasta el momento de su jubilación. Pero además de seguir atendiendo la viña con sus cuidados, cada otoño, disfrutaba de la fiesta de la destilación del orujo.

De hecho 'Paquito' fue uno de los promotores de la fiesta que comenzó a celebrarse en la villa de Potes en 1984, cuando el atleta José Manuel Abascal recibió el primer título de Orujero Mayor. Entonces, cedía su alquitara para destilar el orujo en La Plaza. Defendió a capa y espada la tradición del destilado en la alquitara, cuando a partir de 1985 se comenzó a prohibir elaborar el orujo en estos artilugios tradicionales móviles, volviéndose a recuperar en 1994. Desde entonces, su chaleco, su boina, su fajín rojo a la cintura, su puro y la antorcha encendida se convirtieron en elementos imprescindibles a la hora de preparar la alquitara oficial de la caseta del Ayuntamiento de Potes, para que el Orujero Mayor de cada edición de la fiesta lo tuviese fácil para encenderla.