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Han pasado más de cuarenta años de promesas, proyectos que han quedado sobre la mesa y pequeñas actuaciones en la N-621 que cruza el Desfiladero de La Hermida. Ahora, con la adjudicación de la obra de la reforma integral, se abre una brecha ... para la esperanza de que la mejora de la principal comunicación de Liébana con la costa sea una realidad en los próximos años.
Es en 2019 cuando las obras que se estaban realizando en la N-621 se paralizaron en el tramo de Castro-Cillorigo a Lebeña para hacer un modificado del proyecto. Las obras nunca se llevaron a cabo. Por ese motivo, Jesús Cuevas, alcalde de Cillorigo de Liébana, por cuyo término municipal discurre la N 621, reclama que «si las obras comienzan a principios del próximo año, que sería una gran noticia, deberían iniciarse en el tramo Castro-Cillorigo a Lebeña, que por su dificultad y estrechez es uno de los lugares más peligrosos del desfiladero y es una obra que estaba ya adjudicada. Espero que exista una buena planificación y que no haya marcha atrás».
La valoración que Julio Cires, presidente de la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia, hace del anuncio de la adjudicación del proyecto no puede ser más positiva. «Creo que esta reforma integral va a ser una realidad, por lo que estoy seguro de que es el paso definitivo para que comiencen las obras de inmediato ya que estás adjudicadas y cuantificadas. Sin duda es una gran noticia para Liébana y los lebaniegos». Aunque Cires tampoco olvida que «llevamos treinta años luchando con distintos gobiernos para mejorar esta carretera».
Julio Cires - Presidente de la Mancomunidad
José Antonio Parra - Empresario
El turismo ocupa un lugar destacado en la economía de la comarca por lo que desde el sector se ve con optimismo este importante paso para mejorar las comunicaciones con la costa. Hugo Campo, presidente de la Agrupación de Hostelería y Turismo del valle de Camaleño, considera que «esta obra va a ser muy importante para las personas que nos dedicamos al turismo en la comarca, porque sin duda va a permitir que los viajeros que lleguen a Liébana lo hagan por una carretera ancha y segura. Esta actuación es una deuda pendiente que tiene el país con la comarca de Liébana y esperemos que no se vuelva a paralizar, como ha ocurrido en otras ocasiones».
El empresario de turismo activo espera y desea que «los cortes que se van a producir en la carretera no afecten mucho a los vecinos que se tienen que desplazar diariamente cruzando esa vía de comunicación y que se tengan en cuenta y estén bien planificados todos los servicios imprescindibles».
Para las empresas y el comercio instalado en la comarca, esta obra también va a suponer un antes y un después, como bien reconoce José Antonio Parra, empresario de la bodega Picos de Cabariezo, que tiene claro que «esta reforma integral es fundamental para el desarrollo de la comarca, para poder impulsar nuestras industrias y el comercio, porque no cabe duda de que es clave disponer de buenas comunicaciones». Parra es consciente de que «si queremos seguir creciendo en Liébana es imprescindible, ya que sin duda alguna es la gran obra de la comarca. No hay duda de que si es definitivo, es para estar muy contentos».
Para quienes diariamente atraviesan el desfiladero por motivos laborales, como es el caso de Óscar Domínguez, de la empresa Paquetería Paquetrans, «la construcción y ampliación de los cuatro puentes y la mejora de curvas (las últimas obras realizadas), para nosotros que circulamos con vehículos grandes, ha significado una gran mejora, sobre todo, cuando nos cruzamos con autobuses en esa carretera tan estrecha. Por eso, si se inicia la reforma, va a ser un gran paso».
El escepticismo también aflora en algunos casos, como el del presidente del Grupo de Acción Local Liébana y alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, quien recuerda que «la comarca aún tiene infraestructuras del siglo pasado». «La noticia de la reforma integral del desfiladero es muy importante, pero no debemos olvidar que tenemos dos vías de comunicación fundamentales, con el puerto de Piedrasluengas y con el puerto de San Glorio, atravesando la N-621, que su reforma es el 'tren' que lleva también demandando Liébana desde hace años».
La mejora e integración ambiental de la N-621 a su paso por el Desfiladero de La Hermida ha sido adjudicada por importe de 73,4 millones. El pasado mes de junio, Sergio Vázquez, secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) anunció la reforma integral a las autoridades regionales y comarcales presentes en Urdón. Después de la licitación de la obra, se ha adjudicado la obra de forma definitiva, por lo que las actuaciones podrían dar comienzo a inicios de 2022.
La mejora de la N-621 comprende un tramo de la carretera entre el punto kilométrico 154,5 de Castro Cillorigo (Cantabria) y el 174,5 de Panes (Principado de Asturias). La carretera contará con dos carriles de 3 metros, arcenes de 1 metro, cunetas de 0,50 metros y 0,50 metros de sistemas de contención.
Con las obras previstas se pretende garantizar la accesibilidad, mejorar la seguridad vial y asegurar la continuidad de la circulación, principalmente, salvando los valores medioambientales de un entorno único.
Fue en mayo de 2015 cuando salió a licitación el proyecto de acondicionamiento parcial de la carretera, que incluía la mejora de seis tramos, en 2,8 kilómetros, en los que se iban a rectificar curvas y actuar en los cuatro puentes sobre el río Deva. En el 2017 se iniciaron las obras en el puente de Lebeña, realizando también voladizos en varios puntos y labores de asfaltado, colocándose el último puente en junio de 2018, pero a principios de 2019 las obras se paralizaron.
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