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Coincidiendo con la festividad de Pentecostés, la Reliquia del Lignum Crucis, que se custodia y venera en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, partió ayer desde el monasterio siendo llevada bajo palio por el Padre José María Lucas, superior franciscano de la comunidad. Cofrades e integrantes de la junta directiva de la Cofradía de la Santísima Cruz, acompañaron a la Cruz en su recorrido.
Al llegar al término municipal de Potes, el Padre José María Lucas entregó la Reliquia a Elías Hoyal, párroco de la iglesia de San Vicente, en presencia del alcalde de la villa, Javier Gómez, y de vecinos que acudieron a su encuentro.
El Lignum Crucis recorrió las calles de la villa para llegar a la residencia de la Tercera Edad Félix de las Cuevas, donde fue trasladada hasta la sala donde se encuentran los ancianos con más dificultades, que recibieron emocionados la bendición, para posteriormente iniciarse una misa en la capilla de la residencia.
Concluida la ceremonia religiosa, la Reliquia volvió a ser llevada bajo palio por las calles centrales de la villa para llegar hasta la iglesia parroquial de San Vicente Mártir, donde fue recibida por los niños de la catequesis que han tomado la primera comunión. Portando flores, hicieron un pasillo para que la Reliquia hiciese su entrada en la iglesia bajo el himno nacional.
La ceremonia religiosa fue concelebrada por Elías Hoyal y el Padre José María Lucas. Hoyal tuvo un agradecimiento especial hacia los niños «que habéis tenido el bonito gesto de recibir a la Santísima Cruz en la puerta de la iglesia con flores. No dejéis de participar nunca en esta celebración, como lo han hecho tantos lebaniegos durante generaciones».
Finalizada la misa, la Reliquia, al no poder aún ser venerada y besada, fue despedida por los fieles con los pañuelos al aire a su paso para ser introducida en un vehículo y ser trasladada de nuevo al milenario monasterio.
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