La ruta del canal de Urdón hasta Tresviso perderá su cordón umbilical

El asunto viene de lejos ya que la empresa planteó hace años que quería retirar las infraestructuras porque ya no las utilizaban «dada su peligrosidad» y porque, según asegura un portavoz, «existen caminos alternativos». «No podemos mantenerlo en pie sabiendo que hay un peligro para la gente», insistían. De hecho, tienen todo lo que necesitan para demoler. «Tienen permiso del Parque Nacional, de Biodiversidad, de la Crotu y de Confederación, nosotros no podíamos hacer más», lamentaba ayer el alcalde de Cillorigo, Jesús Cuevas, que ha dado su autorización para retirar cuatro de los siete puntos que Repsol había solicitado eliminar en su municipio. Le han dado licencia pero a regañadientes -según el regidor- y agotando todos plazos posibles. El regidor de Cillorigo afirma defender «la conservación, el arreglo y el mantenimiento» de esos caminos pero dice tener las manos atadas por tener que cumplir con la legalidad ante posibles denuncias. No comparte esta opinión el pedáneo de la Junta Vecinal de Bejes, Ángel Sánchez. Éste último cree que Cillorigo podría haber hecho bastante más y opina que el Consistorio les ha «abandonado». La pequeña junta vecinal es la propietaria de parte de los terrenos donde están esas infraestructuras. «Somos la entrada al Parque por la parte norte oriental», defiende. Recuerda que en 2017 los vecinos de Bejes dijeron en dos concejos que no querían eliminar los puentes y voladizos, sino que se arreglasen porque se lo debían al pueblo. «No cobramos un duro por la explotación de la canal», recuerda el pedáneo a Repsol. Al mismo tiempo defiende que durante años la infraestructura hidráulica se ha llevado la vida de numeroso ganado y fauna salvaje por no estar cubierta o vallada y «apenas han pagado dos vacas», reivindica. También partió en dos una finca de la Junta y ahora nadie les va a resarcir de tener que dar un rodeo de muchos kilómetros. Sánchez tiene en mente que la lucha por mantener el camino intacto es un poco como la de «David contra Goliat» pero no va a tirar la toalla.

El alcalde de Tresviso, Javier Campo, tampoco ve «justo» que la empresa opte por demoler «en vez de conservar, porque se están aprovechando del agua» y lamenta que se pierda un itinerario «histórico, uno de los caminos más bonitos que hay en Picos». «Si no es segura que pongan carteles y lo arreglen», incidía.

Desde Peñarrubia, lugar desde donde parte la ruta a la altura de La Hermida, su alcalde, Secundino Caso, lamenta también la decisión unilateral adoptada por la empresa con el beneplácito de otras administraciones. «Aquí todo el mundo se está mirando el ombligo y me da mucha pena que esto se pierda y que se haga como siempre, sin contar con la gente ¿Dónde está el compromiso por el territorio?» interrogaba. «No ha habido siquiera un intento serio de sentar a todas las partes», censuraba el regidor.