El acceso a la cueva de Chufín presenta un «lamentable» estado de conservación

La petición del nuevo equipo de gobierno de Rionansa recoge el malestar de algunos vecinos por el estado que presentan los accesos a la cavidad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008. Tanto vecinos como administraciones implicadas, que hasta ahora no se han puesto de acuerdo sobre sus responsabilidades, coinciden en señalar el «pésimo» acceso que tiene. La cueva, ubicada en el entorno de la confluencia de los ríos Nansa y Lamasón, junto al embalse de Palombera, cuenta con un acceso que requiere recorrer a pie un camino que atraviesa primero una finca pública, con una concesión a un vecino, y después una finca privada que hasta el momento ha autorizado sin problemas dicho paso.

Pero el camino a lo largo de la primera de las fincas se encuentra en un «lamentable estado», que empeora con la lluvia, inundándose en varios puntos y dejando al descubierto la tubería de abastecimiento de agua. Esta situación condiciona y dificulta incluso al acceso al vecino de la finca privada, que cuenta con una vivienda en el lugar, y al que le cuesta llegar en todoterreno. A pesar de las múltiples gestiones realizadas por este vecino, los diferentes organismos implicados, Ayuntamiento de Rionansa, Consejería de Cultura y Junta Vecinal de Riclones, se han desentendido del problema, considerando no ser los responsables.

La cueva de Chufín se encuentra enclavada en el valle del Nansa, una de las comarcas de Cantabria que más ha venido sufriendo los problemas de la despoblación y envejecimiento a lo largo de los últimos años, a pesar de los numerosos atractivos naturales y patrimoniales con los que cuenta. Elementos que deberían convertirse en recursos para dinamizar la vida económica de los pueblos y con ello retener a la población e invertir la dinámica que vienen sufriendo desde hace décadas.

Sin embargo, la gestión que se realiza de algunos de estos recursos deja mucho que desear y se aleja del objetivo de convertir el Valle del Nansa en un foco de atracción turística.

La cueva de El Soplao es el gran referente para la comarca, pero otros interesantes recursos que deberían ser un complemento para que los miles de visitantes que acuden a dicha cavidad prolonguen su estancia se mantienen sin apenas actividad. Este es el caso de la cueva de Chufín, una de las diez cavidades con arte rupestre de la región que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Aunque las limitaciones necesarias para mantener el control de los diferentes parámetros para la protección de las pinturas no permiten un gran número de visitantes, eso no es un impedimento para que Chufín se convierta en un elemento de atracción y de promoción.

Con todo, la realidad a día de hoy es que esta cavidad, una de las seis de la región en la que se gestionan las visitas públicas, se ha mantenido junto con la de Hornos de la Peña totalmente cerrada durante la pandemia.

En condiciones normales, en Chufín se realizan visitas guiadas durante el periodo de Semana Santa y del 15 de junio al 15 de septiembre, con cuatro pases al día y seis personas cada uno , con lo que se logra mantener los parámetros establecidos para la correcta conservación de sus pinturas.