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La carretera que une el municipio de Val de San Vicente con el valle del Nansa reabrió este miércoles al tráfico tras dos días cerrada por el descarrilamiento el pasado lunes de un tren de mercancías cargado con 559 toneladas de bobinas metálicas. El ... suceso, en el que resultó herido el maquinista del convoy, ha provocado molestias a los vecinos de una zona que, por desgracia, ya están acostumbrados a este tipo de siniestros, pues es el tercero de similares circunstancias que se registra en el mismo punto, un puente que salva la CA-181, en los últimos veinte años. En los dos anteriores, el responsable, según la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, fue el «exceso de velocidad» por un «fallo humano». El citado organismo inició este miércoles el procedimiento para esclarecer cuáles fueron los motivos para que el convoy operado por la compañía Continental perdiera el lunes el control.
La intención desde un primer momento de todas las partes implicadas (Adif, Tráfico, Gobierno regional y la compañía dueña del transporte, Continental, ya que las mercancías están liberalizadas y no sólo las opera Renfe) era recuperar cuanto antes tanto la conexión ferroviaria como la viaria. Los trabajos se centraron este miércoles, de nuevo, en tratar de despejar la vía por completo de los vagones que allí continuaban y parte de la carga que había caído desperdigada por toda la plataforma. Para ello emplearon la grúa de gran tonelaje que el día anterior había llegado desde Asturias.
El tráfico ferroviario entre Cabezón de la Sal y Ribadesella continúa interrumpido, así que los viajeros están siendo transbordados en autobuses. El responsable de la carga es la empresa que operaba el tren, que es la que se debe encargar de sus retirada, y de los últimos vagones que continuaban en la vía. Una vez libre, ahora serán los técnicos y trabajadores de Adif los que deberán reparar todas las infraestructuras ferroviarias dañadas (raíles, traviesas, muros de contención...), además de comprobar que el convoy no haya producido más daños en las comunicaciones, balizas o la señalización. Una vez chequeado, Adif dará el visto bueno a que se recupere la circulación. Sin embargo, fuentes del gestor ferroviario encargado de las infraestructuras no se atreven a dar una fecha concreta, aunque los técnicos en la zona manifestaron a este periódico que podría ser «a finales de esta semana».
El descarrilamiento de este último mercancías ha condicionado una vez más a los vecinos de la zona de Val de San Vicente y del valle del Nansa. Uno de los servicios que más se ha visto afectado, al estar la carretera cortada al tráfico hasta este miércoles a la seis de la tarde, ha sido el del transporte escolar, que tuvo que poner en marcha otras rutas para llevar a los estudiantes de Primaria y Secundaria, respectivamente, a los centros de Pesués y San Vicente de la Barquera.
De la misma manera, los visitantes a la cueva de El Soplao han tenido que desplazarse por alguno de los recorridos alternativos.
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