El acceso a El Soplao desde Celis, a falta del último tramo 4 años después de construirse

Para entender lo sucedido es necesario remontarse al año 2008, cuando la Junta Vecinal de Celis, en el momento de la firma del convenio en manos del PP, ante la demora en la ejecución del vial, acudió a los tribunales para denunciar la situación. Finalmente, una sentencia dio la razón a la pedanía y obligó al Gobierno de Cantabria a ejecutar el proyecto.

Una década después, en enero de 2019, el Ejecutivo regional adjudicaba a la empresa GIOC por 748.609 euros la construcción de un nuevo acceso desde el municipio de Rionansa, en el que se ubica la cavidad, que partiría de Celis y discurriría por un trazado de 2,2 kilómetros sobre una pista forestal, que pasaría a tener una anchura de cinco metros y se ampliaría ligeramente en las curvas más cerradas.

Cuatro años después de su construcción, el alcalde de Rionansa, José Miguel Gómez (PP), califica esta carretera de «auténtica chapuza, ya que no cumple con el objetivo para el que se diseñó, ni se ejecutó conforme al proyecto previsto en el convenio suscrito entre las administraciones implicadas». Según denuncia el regidor, «el nuevo proyecto no responde a lo contemplado en el convenio, ni a la sentencia judicial» algo que, a su juicio, se realizó con la complicidad de la Junta Vecinal de Celis, presidida por el regionalista Enrique Pérez, que también era primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Rionansa. En vez de construirse una carretera autonómica similar a la de Rábago, «se arregló un antiguo camino vecinal manteniendo la titularidad de la junta».