Adjudicada por 50.160 euros una de las parcelas de Alfoz para asentar población

Las cinco fincas independientes, de propiedad municipal, fueron segregadas con el fin de sacarle el máximo partido a un terreno urbano que cumple las condiciones para poder construir. A cambio, los compradores están obligados a cumplir una serie de requisitos, entre ellos, el más importante es que la vivienda que se construya ha de ser de uso residencial, no vacacional. Otro es que desde la fecha de adquisición, los propietarios disponen de un año para solicitar la preceptiva licencia, es decir, que tendrán que hacerlo de aquí al próximo verano. Después de haberse empadronado en el municipio, otra de las condiciones ineludibles. Una vez se les haya concedido la licencia, tendrán otros dos años para construir una vivienda unifamiliar en el pueblo alfocense.

Para asegurarse de que la totalidad de los adquisidores se encuentran en igualdad de condiciones, el Ayuntamiento aprobó el reglamento de enajenación de fincas con destino al asentamiento de población en el municipio. En dicho documento se recoge que «para garantizar que el adjudicatario se queda a vivir en el pueblo alfocense, este asume el compromiso de residir en la vivienda durante un periodo mínimo de doce años, así como de ocuparla durante al menos 183 días al año». Bretones insistió en que los interesados «deberán presentar su solicitud antes del 14 de septiembre» y aprovechó para recordar que el Consistorio se ocupará de acometer la urbanización de las parcelas y de instalar los servicios de agua y luz.

El terreno puesto a disposición de futuros alfocenses está ubicado concretamente en el barrio de Fresnedo, «que cuenta con una estación de tren -San Pedro de Rudagüera- y una estación de bicicletas», añade el regidor.

Lo que Bretones quiere decir es que cada vez son más los servicios disponibles en Alfoz de Lloredo, «un municipio en el que el envejecimiento de la población está llevando a la pérdida de habitantes». Ante esta situación, el alcalde, lejos de rendirse, aboga por buscar alternativas que aumenten el atractivo que ya de por sí posee su Ayuntamiento. «Esta es una forma de atraer gente joven, que quiera quedarse a vivir en Alfoz y que no se sienta ahogada por los precios de la vivienda». Es una iniciativa municipal y no depende de instituciones de mayor rango. Si todo sale bien, puede convertirse en un buen ejemplo a seguir por otros municipios de Cantabria con el mismo problema.