Las administraciones reconstruyen el paisaje de Cabezón tras la riada
Cabezón de la Sal ·
La Consejería de Medio Ambiente lleva a cabo los trabajos para reponer el sistema de saneamiento afectado, a través de la empresa pública MARESecciones
Servicios
Destacamos
Cabezón de la Sal ·
La Consejería de Medio Ambiente lleva a cabo los trabajos para reponer el sistema de saneamiento afectado, a través de la empresa pública MAREEl desbordamiento del río Saja como consecuencia de las fuertes inundaciones que sufrió Cantabria a finales del mes de enero ha tenido graves consecuencias en algunas pedanías de Cabezón de la Sal. Las imágenes que esos días coparon los medios de comunicación daban ... cuenta de hasta qué punto el río se tragó la tierra en zonas como Casar de Periedo, Virgen y Villanueva de la Peña, donde algunos vecinos tuvieron que ser evacuados. Pasados más de dos meses, cuando el tema ha dejado de ocupar las portadas, continúan los trabajos para tratar de recuperar la normalidad y las máquinas de la empresa MARE ocupan el río a su paso por Villanueva de la Peña, donde se vio seriamente afectado el sistema de saneamiento.
«Uno de los puntos más dañado fue la estación depuradora de aguas residuales de Casar de Periedo», explicaba esta semana el subdirector general de aguas de la Consejería de Medio Ambiente, José Fernández. La salida del agua de su cauce provocó que se inundase la Edar «y supuso daños valorados en 150.000 euros», confirmaban el jueves Leandro Morante y María Sainz, responsable de operación y control del medio y directora de gestión y saneamiento de MARE, respectivamente. Ambos llevan más de sesenta días estudiando el terreno y comprobando la potencia que puede adquirir el agua en circunstancias como las que se produjeron.
El desbordamiento del río produjo la rotura de uno de los tres colectores del bombeo de Villanueva de la Peña, el que recoge las aguas residuales de Cabezón de la Sal entre Ontoria y Villanueva. Las piedras del río, algunas no precisamente pequeñas, se colaron en el interior de la tubería y las aguas estuvieron vertiendo directamente al río. En algunos puntos, «se llegaron a acumular 200 kilos de cantos rodados», confirmaba María. Para limpiar los colectores en las zonas de rotura y evitar que entrara el agua del Saja, se han empleado camiones de gran tonelaje «con los que hemos realizado la succión tanto en húmedo (sueltan agua) como en seco (absorben piedras de gran volumen)». El cauce cubrió también en su totalidad el bombeo de Villanueva, donde se encuentran los cuadros eléctricos, y piedras de gran tamaño de la escollera, que ha sido restituida. Para poder acceder a las zonas afectadas, los técnicos han abierto pistas y eliminado cerramientos en las fincas colindantes. «Todo será devuelto a su estado original», insisten. Todo menos el cauce del río, que ha cambiado tras las inundaciones, y que respetarán.
Y aún hay más. Uno de los pozos de registro por el que se accede a los colectores que antes de las inundaciones estaba en tierra firme, quedó totalmente cubierto por el río, «enterrado bajo unos cuatro metros de piedras», aseguraba el responsable de operaciones. La solución ha pasado por soldarlo, encofrarlo con hormigón y protegerlo con tierra, es decir, anular el pozo. La buena noticia es que a estas alturas los trabajos se encuentran «a una semana» de terminar. El colector ha sido repuesto, el bombeo arreglado y la escollera reconstruida. Los camiones limpian estos días la zona, porque el río también entró en la isla que divide el cauce, y recolocan la piedra. «La del Saja-Besaya ha sido una de las zonas más afectadas», explican los expertos. Por suerte, lo peor parece haber pasado.
Además de en estos núcleos poblacionales, las inundaciones produjeron afecciones en el sur del municipio, concretamente en las fincas situadas entre Santa Lucía y la mies de Carrejo, hasta la senda del Minchón. Para tratar de solucionar los daños más urgentes, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico está llevando a cabo una serie de actuaciones en las inmediaciones del río, que se enmarcan dentro del plan puesto en marcha por la Confederación para la conservación y el mantenimiento de los cauces de los ríos cántabros en general, y que está ejecutando la empresa pública Tragsa. Los trabajos, según informaron desde la entidad, consisten en «retirar la vegetación muerta de los márgenes del río (sin entrar en éste) y realizar pequeños acondicionamientos». Se consideran labores urgentes que han sido solicitadas por el alcalde de Cabezón, Víctor Manuel Reinoso, y que preceden a un proyecto de mayor envergadura que se llevará a cabo en verano. El alcalde concretó que se está tratando de reponer «el gran mordisco que el río hizo en el camino que discurre entre Santa Lucía y la senda del Minchón, así como en la zona donde está el puente de Mazcuerras». «Se están retirando piedras, escombros y troncos que el río había ido arrastrando por las fincas que rodean el cauce».
Las inundaciones provocaron el desplome de árboles y movimientos de residuos sólidos. Desde la Confederación explicaron que «esto ha hecho que disminuya la capacidad de desagüe de los ríos, con el consiguiente riesgo de que futuras avenidas puedan producir de nuevo desbordamientos y daños de mayor consideración». Con el objetivo de reducir las posibilidades de que esto suceda, confirmó Reinoso, «más adelante se ejecutará un proyecto que incluirá nuevas actuaciones preventivas». Un problema de calado el de las inundaciones en el que se han visto implicadas todas las administraciones. Los laboriosos trabajos continúan, aunque ahora los focos apunten hacia otro lado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.