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Las parcelas urbanas de San Pedro de Rudagüera (Alfoz de LLoredo) siguen sin venderse. El Ayuntamiento decidió el año pasado sacar a subasta cinco terrenos con un precio de salida de 38.000 euros, cuando el coste en el mercado ronda los 70.000 euros. ... Con el objetivo de asentar población, uno de los requisitos para construir era que la vivienda fuera residencia habitual –no casa de verano–. Aunque parece un caramelo, la oferta no termina de endulzar el paladar de los posibles compradores. Hasta ahora, tan solo una persona ha adquirido una de las fincas. Visto lo visto, el Ayuntamiento ha decidido «flexibilizar las condiciones –según indicó el alcalde, Enrique Bretones–» y que ya no sea obligatorio quedarse a vivir en Alfoz, aunque sí se premiará a los propietarios que lo hagan –quedarse–. Es la segunda modificación que se introduce en el reglamento de enajenación de fincas con destino al asentamiento de población en el municipio. Hace un mes, el Consistorio anunció que sufragaría la instalación de los suministros de agua y luz, así como la urbanización de las parcelas, lo que evitaría a los compradores el desembolso de unos 40.000 euros más. Nadie sucumbió a la tentación y los terrenos siguen sin salir adelante.
Por eso, el Consistorio ha cambiado de opinión, de manera que ahora los futuros propietarios podrán adquirir los terrenos y construirse su casa de verano, sin tener que empadronarse en el municipio ni contribuir a aumentar su censo de población. A cambio, «les repercutiremos el gasto derivado de la instalación de los servicios de agua y luz», adelantó Bretones. Un precio que no tendrán que pagar los compradores que se instalen en el pueblo alfocense de forma permanente. «Intentamos crear un sistema más justo y estamos revisando los términos jurídicos para redactar un nuevo reglamento», insistió el regidor, quien asegura que el titular de la única parcela que se ha vendido en San Pedro de Rudagüera «está muy contento».
Por otro lado, el Ayuntamiento ya ha adjudicado las obras de saneamiento, que tienen un plazo de ejecución aproximado de un mes, «tras lo cual volveremos a sacar las parcelas a subasta». A pesar de que no se han cerrado más ventas, Bretones asegura que «ha habido mucha gente interesada» y espera que las nuevas condiciones «atraigan aún a más compradores».
El alcalde aprovechó además para enumerar las bondades del enclave donde están situadas las fincas en venta, en el barrio de Fresnedo, «con unas vistas increíbles a la cuenca del Besaya». Se trata además de un pueblo «muy bien comunicado, ya que tenemos la estación de tren y la autovía que conecta con Santander a muy poca distancia». El alcalde no descarta incluso la instalación de bicicletas eléctricas en la zona, «de manera que se pueda ir de un pueblo a otro y disfrutar del paisaje con facilidad». Una golosina la oferta del Ayuntamiento alfocense.
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