Un argayo invade parte de la carretera N-634, a la altura de la Textil Santanderina

Un argayo de unas sesenta toneladas de tierra y agua se desprendió alrededor de las ocho de la tarde de ayer sobre la carretera N-634, a pocos metros de la intersección para acceder a la Textil Santanderina, en Cabezón de la Sal. El barro -y un eucalipto que también fue arrastrado por el agua- invadió el arcén y parte del carril derecho de la vía, que permaneció cortado de forma intermitente mientras se efectuaban los trabajos para despejar la carretera. El tráfico siguió circulando en ambos sentidos por el carril izquierdo, según confirmó el alcalde, Víctor Manuel Reinoso.

Al lugar del accidente acudieron efectivos de la Guardia Civil, miembros de Protección Civil y operarios encargados del mantenimiento de carreteras, dependientes del Ministerio de Fomento, quienes se ocuparon de ejecutar las labores de limpieza. «En total, se necesitaron cinco camiones de gran tamaño», informó el regidor, quien señaló que en torno a las dos de la mañana «la vía ya había sido prácticamente despejada y funcionaba con normalidad«. Sin embargo, las fuertes lluvias acaecidas a lo largo de la noche han contribuido a que se forme un pequeño riachuelo entre ambos lados de la carretera.

Reinoso atribuyó el desprendimiento «a las precipitaciones que han tenido lugar a lo largo de los últimos días en Cantabria». «La tierra se desplaza con el agua y ocurren estas cosas», dijo. De hecho, hace poco más de un mes sucedía algo similar a escasos metros en la misma carretera. No es la primera y seguramente tampoco será la última. Desde Carreteras «han colocado medidas de sujeción en la ladera de la montaña –denominada la Brañona- para tratar de evitar que se produzcan estos desprendimientos en la vía», y evitar el peligro que ello supone para los conductores y ciclistas. Sin embargo, según ha quedado demostrado, las mallas que cubren la montaña en ocasiones resultan insuficientes. «Desde Fomento tendrán que seguir tomando medidas para minimizar el riesgo», dijo ayer el alcalde, quien recordó que anteriormente se han producido argayos con piedras de gran tamaño, lo que no sucedió anoche, al tratarse de tierra y agua.