Un atraco de película en San Vicente de la barquera

San Vicente de la Barquera vivió en la tarde del pasado domingo un atraco de película. El equipo de rodaje de ‘Ocho apellidos barquereños’ grababa una escena de este largometraje de humor local dirigido por la periodista Sara Torre, cuando se vio sorprendido por la entrada en acción de un importante contingente de agentes de Guardia Civil y Policía Local, que los rodearon. La confusión de la ficción con la realidad se produjo a raíz de la denuncia de unos transeúntes, que vieron a los actores caracterizados y alertaron a la policía de que se estaba perpetrando «un asalto con víctimas».

Todo sucedió a media tarde, cuando un grupo de vecinos rodaba una escena de la segunda parte de ‘Ocho apellidos barquereños’, película que –tras el éxito que tuvo la primera en la localidad– vienen grabando desde hace meses, «siempre en domingo» que es cuando todo el equipo «tiene tiempo libre». Un proyecto dirigido por la periodista Sara Torre, que aborda, en clave de humor, los tópicos de los barquereños.

La escena programada que causó la alerta en el municipio era el robo a un banco. Para ello, el equipo había solicitado permiso a las propietarias de un céntrico local y antigua sucursal del Banesto. La escena consistía en la grabación de un descabellado asalto, cuyos protagonistas eran dos conocidos barquereños: Lolo Noriega y Ángel Luis Roiz. Ambos estaban caracterizados de ladrones al uso, con una media que les cubría el rostro y pistolas «compradas en los chinos». Al tiempo que gritaban «todo el mundo al suelo, esto es un atraco compañerines», los actores hacían detonar los pistones de las armas de juguete, mientras otros tres figurantes hacían de rehenes y el cajero levantaba sus brazos.

Esto pasaba dentro, y fuera del local, los clientes de la Cafetería Carma, se divertían con los preparativos de los actores. El problema surgió cuando otras personas que pasaban por allí, y desconocían la ficción del montaje, vieron a los atracadores tras el cristal. De hecho, varios de los testigos vieron «correr asustados» a algunos transeúntes que, al parecer, fueron los que dieron la voz de alarma. Además, y para más inri, las personas que denunciaron los hechos del falso atraco aportaron mal la dirección, poniendo como referencia un hotel cercano situado en otra calle y que fue acordonado. A ello, añadieron también que «había víctimas».

Con estos datos falsos encima de la mesa, Guardia Civil y Policía Local de San Vicente se movilizaron rápidamente y llegaron al lugar del falso suceso pertrechados con chalecos antibalas. Lo primero que hicieron fue acordonar la zona, y cortaron las calles Padre Ángel y Carlos V, mientras llegaban otros refuerzos. Cuando accedieron al hotel vieron que allí no había sucedido nada y, en ese momento, un agente de la Policía Local se percató de que ese día se grababa la película, por lo que se dirigieron a la antigua sucursal bancaria y comprobaron lo que pasaba. Lo curioso del caso es que los propios actores, cuando vieron entrar a la Guardia Civil, se pensaron que era una broma.

El malentendido no estuvo exento de cierta tensión inicial, ya que los agentes mostraron su enfado por lo ocurrido, aunque el equipo de rodaje siempre fue ajeno al lío que estaba causando, en el exterior del local, su falso atraco. «Todo el mundo fuera sabía lo que estábamos haciendo, además nosotros estábamos grabando una escena dentro de un local, con el permiso de sus dueños», explicó Torre, quien pidió disculpas por la alarma creada de forma «involuntaria». Tras el susto, todo ha quedado en una anécdota que los protagonistas no podrán olvidar.

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