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Los vecinos de Barcenaciones se han propuesto convertir 3.500 botellas de plástico en imponentes figuras de los Reyes Magos que alcanzarán una altura de 4,5 metros y se instalarán en la bolera del pueblo a partir del 8 de diciembre. Se trata de ... una iniciativa de la junta vecinal puesta en marcha en septiembre pasado que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Reocín.
El artista Fran Querol es el encargado de dirigir los trabajos del grupo de vecinos que cada tarde se aplica para llegar a transformar un montón de envases de plástico en las figuras que les ha mostrado a través de sus bocetos. Para conseguir tal cantidad de envases, fue el propio Consistorio el que realizó un llamamiento a la colaboración de los vecinos.
«Estamos muy atareados, pero contentos y con ilusión», cuenta, mientras confecciona una de las capas, Manolita García, que a sus 82 años es una de las voluntarias más veteranas. Junto a ella, Rosario Terán, que viene a ayudar desde Golbardo y a quien aún le parece «un poco difícil» la transformación que han de experimentar esas botellas. «Pero vamos con ello», expresa optimista. «Mucho agujero y mucho coser. Y sin agujas», se escucha de fondo.
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Como explica Dolores García, que forma parte de la Junta Vecinal de Barcenaciones, este proyecto completa el iniciado la pasada Navidad, cuando se involucró a los vecinos para que adornaran sus casas con un vistoso alumbrado navideño. «Conozco a Fran Querol desde hace muchísimos años y desde que llegué a la junta vecinal le he estado proponiendo proyectos. Esta vez le debí coger dormido y me dijo que sí», bromea.
El presidente de la junta vecinal, Miguel Ángel Bueno, señala que uno de los principales objetivos es conseguir que los habitantes del pueblo se involucren en el proyecto. «Queremos que la gente tenga un sitio donde entretenerse, donde venir a pasar las tardes», afirma. «Aquí tienen su estufa y es una manera de relacionarse, porque si no, no salen de casa en todo el invierno. Y así, es como si tuviesen una obligación», añade.
Por su parte, Querol, tras escuchar la propuesta de los representantes vecinales, se acercó al pueblo para estudiar lo que mejor podría encajar. Después, el artista actuó tal y como hace habitualmente. «Lo que me interesa es el trabajo colaborativo y participativo», cuenta. Presenta la idea, hace el diseño y explica cómo llevarlo a cabo. «Quiero hacer partícipes a todos los habitantes del pueblo, a todos los amigos y a toda la gente que quiera venir a colaborar». Son ellos los encargados de la elaboración de las figuras.
Aunque Querol cuenta con alguna instalación realizada con botellas de plástico, la de Barcenaciones es la primera vez que plantea un proyecto de estas dimensiones «y tan figurativa a partir de estos materiales». En función de la forma que presenten los envases, estos se emplean para uno u otro fin. «Las botellas de litro y medio nos vienen bien para hacer las telas», revela. Con ellas, confeccionan los trajes, las mangas y las capas. Y con las botellas más pequeñas, por ejemplo, realizan los dedos de los Reyes Magos. En el interior de las figuras se instalarán luces led, así que habrá que esperar a que llegue la noche para poder apreciar de forma completa el trabajo realizado.
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