Borrar
Batman vive en Carrejo

Batman vive en Carrejo

Leyendas de Cantabria ·

El rumor de que Michael Keaton se iba a comprar una casa en Cabezón de la Sal precedió al de Johnny Depp en Mazcuerras

Aser Falagán

Santander

Sábado, 21 de mayo 2022, 07:09

Si algún día ven un lábaru proyectado en el cielo sobre el Saja, no se asusten; solo están llamando a Batman. Y que no les engañen: su verdadera identidad no es la de Bruce Wayne. La del filántropo magnate es solo la tapadera de la tapadera. Puede que el justiciero enmascarado sea el cuidador del Museo de la Naturaleza de Cantabria, que dirija un bucólico hotel rural o una residencia de ancianos o incluso que tenga una pequeña explotación a orillas del Saja. O lo mismo trabaja en pleno centro de Cabezón de la Sal y esconde su batcueva en los sótanos del Palacio de la Bodega. En cualquier caso, el círculo se estrecha y localizarle es ya solo cuestión de tiempo. Porque Batman vive en Carrejo, o al menos lo hizo durante algún tiempo.

Y si no es Batman el que rondaba por el barrio, al menos lo tuvo que hacer Michael Keaton o alguien que se le pareciera mucho, porque esa fue la leyenda urbana que se extendió a principios del siglo XXI: que el actor estadounidense se había comprado una casa en el barrio. Para alejarse del alboroto de California, para que no le encontrara el Jocker o por lo que fuera, que tampoco es cuestión de ponerse a dar explicaciones. Probablemente se sintiera más seguro, porque en un pueblo interior y tan recóndito es muy improbable que le localice el Pingüino, salvo que remonte el Saja como los salmones.

El rumor, de origen inexplicable pero que por unos días revolucionó la rumorología, alcanza el mismo nivel que ese que aseguró que Johnny Depp había decidido vivir en Mazcuerras; justo el pueblo de al lado. Cabuérniga y la comarca del Saja-Nansa no serán Gotham, pero tienen su aquel, y por algún motivo Tim Burton debe recomendárselas a los protagonistas de sus películas. O lo haría si todo esto tuviera algo de verdad.

Al menos la pedanía de Cabezón de la Sal sí que pudo presumir de tener una actriz internacional entre sus vecinos, aunque fuera solo durante unas semanas. Porque quien sí vivió allí, precisamente en el mismo hotel en que se iba a alojar Keaton –y aquí se puede intuir una buena fuente de inspiración, aparte de una versión alternativa a la casa que se habría comprado–, fue la australiana Nicole Kidman durante el rodaje de 'Los otros', de Alejandro Amenábar, en el Palacio de los Hornillos, en Las Fraguas. Lo que pasa es que de ahí a que también lo hiciera Michael Keaton, a quien no se le conoce una sola visita documentada a Cantabria, media todo un abismo.

La actriz, por cierto, no se dejó ver demasiado por la zona. La productora reservó el pequeño hotel al completo y Kidman apenas salía de su habitación en aquel otoño de 2001 en que estuvo alojada en Cabezón de la Sal, a unos treinta kilómetros el lugar en que se grababa la cinta. Quizá por eso alguien se quedara con ganas de explotar el filón del famoso internacional y de ahí naciera el chisme, completamente infundado.

El hotel se llama El jardín de las delicias y tuvo entre sus huéspedes no solo a la protagonista de 'Las horas', sino a sus hijos y a su entonces marido, el también actor Tom Cruise, a su vez uno de los productores de la película. Una historia, esta sí, real, pero que obedece sencillamente a que la productora eligió ese hotel durante el rodaje del largometraje. Está a unos treinta kilómetros de Las Fraguas, pero lo pudo reservar al completo para evitar así molestias y campar a sus anchas. Claro que tampoco está nada mal la seguridad que ofrece tener un superhéroe vigilando la zona y alejando a los curiosos con sus gadgets.

No hace falta rascar lo más mínimo para comprobar que aquel bulo fugaz no tuvo ni siquiera un pequeño atisbo de veracidad. Un no acontecimiento indocumentable. Pero de todos modos, bien harían todos los cabezonenses en prestar mucha atención, porque con el tamaño del barrio tampoco debe ser muy complicado dar con Batman cuando saque su traje de murciélago al tendal mientras se echa unas bolas con su amigo Jack Sparrow en la bolera de Ontoria, formando pareja con su compañero Robin o con su alter ego Birdman.

Y tampoco haría mal la Textil Santanderina en estar al quite, pedir el patrocinio de Industrias Wayne para su equipo de voleibol y, de paso, intentar fichar a su vecino más ilustre y discreto –siempre que no esté combatiendo contra el mal–, porque tanto Batman como Birdman serían unos excelentes fichajes para el equipo. A ver quién es capaz de pararles en plena subida a la red. Con ellos podría incluso ganar sin problemas la Superliga. La de la Justicia.

Entretanto, Cantabria proyectará un lábaru en dirección al cielo de Carrejo cuando esté en peligro. Batman acudirá al rescate. A ver si se creen que la baja tasa de criminalidad es por casualidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Batman vive en Carrejo