Cabezón comienza a crear espacios libres de humos en los campos de fútbol

Por eso en Cabezón han querido ir «un poco más allá de la ley y crear espacios sin humo en los campos de fútbol de la localidad», explica Alfonso Ortíz, médico de Atención Primaria en el centro de salud cabezonense y artífice de la iniciativa junto a su compañera Charo Villota. De momento lo han conseguido en dos: el campo de fútbol Juan María Parés (en Cabezón) y el campo de la Cagigalera, en Treceño (Valdáliga) –en un principio se apuntó el Santiago Galas pero finalmente la directiva desestimó la propuesta–. «Uno de los objetivos fundamentales es la desnormalización del tabaco, es decir, ir fomentando espacios libres de humo y ayudar en la deshabituación», concreta a su vez Villota.

El fin no es prohibir, sino apelar a la conciencia cívica de los aficionados. Por eso, en vez de las típicas señales de prohibido fumar, los médicos han optado por pegar carteles con un mensaje claro: «Gradas sin malos humos», que hace referencia tanto a los humos del tabaco como a los de la gente, «por los conflictos que se crean en los campos entre los seguidores». José Antonio Andrés Vera ha sido el artista encargado de diseñar los carteles y la impresión ha corrido a cargo de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria. «Hemos decidido enviar un mensaje en positivo, antes que prohibir», expresan. Al directivo del Club de Fútbol Textil Escudo, Fernando Rábago, le parece «muy bien». «Apostamos por ello en cuentos nos lo propusieron, porque es una forma de concienciar a los niños sobre la importancia de no fumar». ¿Se fuma en los campos? Dice Rábago que la mayoría «ya no», pero algún cigarro se enciende entre las casi trescientas gradas del campo. O se encendía. Desde el pasado fin de semana, «ya no se puede». El próximo espacio sin humo será el parque Conde San Diego. Ya tienen el beneplácito del alcalde, Óscar López. «Mejorará la vida de los vecinos», dijo.