Cabezón derribará el interior del edificio consistorial y construirá todo de nuevo

La reforma de las dependencias municipales es uno de los objetivos del equipo de gobierno (PRC y PSOE), ya que en la actualidad el inmueble carece de servicios básicos como accesos para personas con movilidad reducida, además de que las oficinas se encuentran distribuidos de forma irregular por las tres plantas que componen la construcción. El gobierno local efectuó el año pasado la compra del edificio, que pertenecía a la Fundación Igareda y por el que hasta entonces abonaba 15.000 euros anuales en concepto de alquiler, con la intención de rehabilitarlo y construir un nuevo ayuntamiento, «propio de un municipio cabecera de comarca».

Ampliar

El proyecto elaborado por el estudio de arquitectura contempla actuar sobre un total de 938 metros cuadrados, respetado la fachada y remodelando la totalidad del interior. Hay que tener en cuenta que a la planta baja actual se añadirá un espacio anexo que durante años ha sido empleado como bar y lugar de reunión para los vecinos de la tercera edad, «de manera que dispondrá de 225 metros cuadrados», concretó Arroyo -el doble que en la actualidad-. En esta zona se ubicarán los servicios de atención al ciudadano, como las oficinas generales, el padrón, el registro, recaudación y el archivo municipal. «De esta manera, se cumplirá con la normativa en términos de accesibilidad y evacuación de incendios». También contará con un aseo adaptado y ascensor para acceder a la primera planta, donde estará el salón de plenos, los despachos del alcalde y de la secretaria municipal y una sala de juntas. La distribución no tendrá nada que ver con la actual, «ya que se tirará entero por dentro y se construirá todo nuevo», incidió el arquitecto.

En el segundo piso se ubicarán los despachos de los diferentes grupos políticos, intervención, tesorería, el arquitecto municipal y recursos humanos. Por último, en la planta bajocubierta está previsto «elevar el tejado con una estructura de madera y sin pilares de por medio para disponer de más espacio», explicó José Luis Arroyo. Habrá otro aseo adaptado, una sala de reuniones, así como los servicios de urbanismo, obras y contabilidad. En definitiva, será un edificio «funcional y moderno, sin pilares ni apoyos en el centro, para que la estructura no condicione la distribución de los espacios». El plan de rehabilitación incluye además una intervención en la plaza contigua al Consistorio, «con bancos y una zona donde poder realizar actuaciones», por donde a su vez se accederá al edificio. El arquitecto estima que las obras duren «un año y medio». Mientras, habrá que buscar otro espacio para ubicar las dependencias municipales, algo que todavía está por decidir.

En la misma línea, el Ayuntamiento ha adjudicado también la redacción del proyecto para rehabilitar el edificio del antiguo centro de salud, otro de los grandes objetivos pendientes de la legislatura.