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El Ayuntamiento de Cabezón de la Sal y la Asociación Educa Proyecto Animal (EPA), que se encarga de implantar el método CES (captura, esterilización y suelta) para solucionar el problema de los gatos callejeros en el municipio, formalizarán su relación. La asociación fue creada en ... 2017 por cuatro voluntarias que desde entonces han esterilizado a 471 gatos y dado en adopción a otros doscientos. Cabezón fue un Ayuntamiento pionero en Cantabria y logró mejorar notablemente la convivencia entre felinos y vecinos. Sin embargo, el trabajo realizado a lo largo de estos siete años no estaba del todo regulado. A pesar de que el Consistorio destinaba una partida al colectivo cada año –el primero en implicarse fue el anterior concejal de Medio Ambiente, Javier Gutiérrez (PSOE)–, no existía un acuerdo escrito que estableciera las bases de la citada colaboración entre la Administración local y el colectivo de voluntarias. Hasta ahora. El nuevo equipo de gobierno (PP) lleva semanas negociando con las voluntarias para elaborar un convenio que se firmará en los próximos días. El Consistorio destinará 12.000 euros del Presupuesto de 2024 a la asociación y se ocupará de poner en marcha las campañas de concienciación ciudadana y el colectivo gestionará el método CES. Es decir, todo seguirá más o menos igual, pero de forma ordenada.
El convenio, concreta la presidenta de Educa, Mónica Barrigón Fernández-Punsola, «tiene una validez de un año –prorrogable– y es la manera de otorgar valor jurídico a la colaboración entre ambas entidades». En este sentido, Fernández-Punsola destaca la importancia de cumplir la Ley de Bienestar Animal, un aspecto en el que Cabezón«ya tiene los deberes hechos y va por delante del resto de ayuntamientos, donde se está implantando ahora».
Ya no hay tantos gatos callejeros en Cabezón. La asociación tiene contabilizadas actualmente 30 colonias –hace cinco años tenían controladas nueve–y dispone de una base de datos de todos los felinos que han pasado por sus manos. La labor de Educa consiste en realizar el control poblacional y sanitario de los animales. No en adoptarles –la gente suele confundir este último punto–. Se ocupan de capturar a los gatos salvajes con jaulas trampa, llevarlos al veterinario, esterilizarles y tratar las enfermedades que puedan haber contraído, y, si es posible, darles en adopción.
Es lo que «dice la Ley de Protección Animal», recalca Marisa Fernández, otra de las voluntarias. Marisa insiste en lo fundamental de «informar a los vecinos sobre las obligaciones que conlleva tener un gato, como por ejemplo, que hay que esterilizarlos». No todos lo hacen. «Quizá debería otorgarse alguna ayuda municipal para financiar parte del tratamiento», opina Fernández, quien también echa de menos «la colaboración de la Policía Local».
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