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El 'cabezón' era la medida que se empleaba para el comercio de la sal en la época romana. Cabía en la palma de la mano. Casi todo el mundo en Cabezón de la Sal conoce la historia que da nombre al municipio, cuyos cimientos se ... construyeron sobre minas de sal, que fueron explotadas durante varios siglos hasta los años ochenta, es decir, hasta 'antes de ayer', como quien dice. Sin embargo, no hay nada que aluda a este pasado minero en el municipio. Ni un museo; ni un centro de interpretación; ni una escultura, placa, calle o edificio. Tan solo quedan los restos del antiguo pozo-mina de Tresano. Cuatro vigas desordenadas sobre una pradera en la que nadie se fija. Si acaso solo los ancianos –muy ancianos– que en su día trabajaron en la mina.
Intenciones de crear un recurso turístico en torno a la tradición salinera ha habido muchas. De unos y de otros. En 2012, por ejemplo, el Consistorio adquirió la finca donde se situaba el pozo de la sal mediante una permuta con la intención de crear un futuro centro de interpretación, pero no se llevó a cabo. Ninguna ha fructificado. El tema fue llevado al último pleno ordinario celebrado en la localidad.Esta vez ha sido el PSOE quien, desde la oposición, ha condicionado al equipo de gobierno del PP para comenzar con los trámites y crear un futuro centro de interpretación. Sí o sí. La agrupación socialista ya incluyó la propuesta en su programa electoral y el compromiso de llevarla a cabo fue la condición indispensable del PSOE para apoyar las liberaciones de los concejales del equipo de gobierno en minoría.
El acuerdo al que se ha llegado dice concretamente que el gobierno local deberá incluir una partida económica para este proyecto en el Presupuesto de 2024. Es decir, ya. Por el momento es lo único que hay sobre la mesa. Eso y una posible futura ubicación «que sería en un edificio anexo al Museo de Arte Textil, situado en Las Casucas», adelantó la portavoz socialista, María Jesús García. La construcción en sí no existe, habría que levantarla, y a su vez serviría para ampliar el actual Museo Textil, que empieza a quedarse obsoleto ante la falta de espacio para introducir maquinaria nueva. Un dos por uno.
Como mínimo, opina la socialista, «sería necesaria una partida de 18.000 euros». Lo primero «es hablar con personas que tengan conocimientos al respecto y visitar otros centros parecidos para disponer de la información necesaria y no hacerlo de cualquier manera», explica. García aspira a crear un centro de interpretación del siglo XXI, «con un 'photocall' en el que la gente se pueda fotografiar y la proyección de un vídeo que refleje la historia de la industria salinera de Cabezón de la Sal». «Que se sepa de dónde viene nuestro apellido». También, «contaríamos con testimonios de los que trabajaron allí». La concejala quiere realizar un proyecto colectivo,«de manera que participe todo aquel que tenga algo que aportar». Y por supuesto, «que resulte bonito y atractivo, que guste y se recuerde». Que deje cierto 'regusto' a sal en el paladar. Aunque García tiene claro cómo articular el centro de interpretación, reconoce que lo más importante «es ver si el equipo de gobierno cumple su compromiso y destina una partida económica».
«Estamos en ello», informó ayer el alcalde, Óscar López, aunque a la hora de hablar del museo le pasa la bola a su compañera en la oposición. «Tienen que ser ellos –refiriéndose al PSOE– los que elaboren la propuesta», dijo, «pero reconozco que recuperar la historia de Cabezón es una idea excelente y me gustaría que lo pusieras así: que nos parece muy bien, pero desconocemos el procedimiento a seguir». Más allá de aprobar lo prometido en los presupuestos.
Por lo pronto, «hay terreno público disponible junto al Museo Textil y la previsión es construirlo ahí». Ya es un comienzo.
En la planta baja de un pequeño edificio ubicado en el barrio de Las Casucas se sitúa el Museo de Arte Textil de Cabezón de la Sal, un espacio creado por Ricardo Pons, vecino del municipio que trabajó durante varios años en la Textil Santaderina. En el museo se exhibe el proceso de confección de una tela desde el principio, que es la labor que en parte realizan en la empresa textil del municipio. Sin embargo, «hay maquinaria disponible que ya no cabe», explicó el alcalde, cuya intención es ampliar la muestra y consolidar la imagen de un museo que sin embargo no termina de triunfar entre los visitantes.
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