Cabuérniga encarga la tasación de las escuelas de Terán

Antes, asume Fernández, «tendremos que negociar con los propietarios». Los mismos que hasta ahora apenas han realizado alguna pequeña mejora sobre el desfallecido inmueble. A día de hoy, se desconoce con qué fin compraron el edificio, ya que no le han dado uso. Nunca. En más de treinta años. La falta de responsabilidad con un bien patrimonial que además posee un gran valor emocional para los vecinos del pueblo –durante años fue también un cine, el cine de Terán– ha trascendido hasta tal punto que la Asociación Hispania Nostra incluyó las antiguas escuelas en su Lista Roja del patrimonio. También la Consejería inició el proceso para expedientar a los titulares y los vecinos llevaron la cuestión a la Fiscalía. Con todo, no ha habido mayores consecuencias, más allá de que los dueños hayan tenido que pagar alguna que otra multa coercitiva. La desidia no les ha salido cara.

Aún así, Fernández piensa que en esta ocasión quizá sea diferente. «Como Ayuntamiento, nos acogeremos al precio de tasación y trataremos de llegar a un acuerdo con la propiedad». La alcaldesa de Cabuérniga aclaró ayer que el edificio«tan solo se puede destinar a un fin social o cultural» y en este sentido, «podría albergar una sala de exposiciones, otra donde se realicen eventos, un lugar de encuentro para los mayores y los jóvenes del pueblo...».

El inmueble de las antiguas escuelas de Terán, inventariado y supuestamente protegido, se cae. Literalmente. Cada día aguanta un poco menos. Urge que se resuelva de una vez por todas una situación improrrogable.