Secciones
Servicios
Destacamos
El trueno retumba un microsegundo después de que se vea el relámpago −por eso de que la luz viaja más rápido que el sonido−. Sin embargo, el rayo que se llevó por delante el emblemático Cajigo del Cubilón, un roble milenario del Monte Aa ( ... Ruente), suena ahora, casi tres décadas después de haber arrasado el árbol. Lo hace gracias a que la madera que quedó tras ese temporal de los años noventa que lo derribó se ha utilizado para dar forma a un lote de instrumentos. Un trabajo del músico y artesano de Sopeña (Cabuérniga) David López García que, durante años insistió en sacar adelante este proyecto para aprovechar los restos del histórico ejemplar, y que finalmente ha visto la luz. El resultado se podrá conocer en una exposición en el Museo de la Naturaleza de Carrejo.
Un rabel, un tambor, una pandereta, una gaita gallega, otra asturiana, un requinto y dos whistles en Fa y Sol son el fruto del proyecto 'El Cajigu Cubilón, una segunda vida para su madera'. Unos instrumentos que, como no podía ser de otra manera, son tradicionales y que se encargarán de hacer inmortal al que fue el árbol rey del Monte Aa. Los mismos quedarán expuestos en el Museo de la Naturaleza de Carrejo y está previsto que sean utilizados puntualmente para recitales de especial interés y por músicos de trayectoria reconocida.
El resultado de este trabajo artesanal fue presentado este miércoles por su promotor, David López García, que incidió en que su proyecto «contribuye al mantenimiento de nuestra identidad y nuestro ADN», además de recordar al que «puedo ser el árbol más importante de los bosques de Cantabria». Durante años, el músico y artesano solicitó, sin éxito, a las administraciones competentes que se aprovechara la madera que quedaba. Finalmente, hace unos meses, se dio luz verde a la idea y pudo hacerse realidad con apoyo y financiación del Gobierno regional, al que López García agradeció su colaboración.
Precisamente en el acto de ayer no faltaron, entre otros, el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte en funciones, Pablo Zuloaga, y Nicolás Toral, presidente de la Asociación Cultural La Castañera. El primero, satisfecho del resultado y de haber «inmortalizado la memoria y el alma de este árbol», también destacó que «hay que escuchar a los colectivos culturales y entender que todos formamos parte del impacto etnográfico de nuestra Comunidad».
El Cajigo del Cubilón tenía un diámetro de unos 15 metros y se le atribuía una edad milenaria, considerándolo uno de los más antiguos de la Península Ibérica. Se decía que podía dar cobijo a una pareja de bueyes en su interior y que se había usado en otros tiempos para resguardo de pastores y ganado. La de los instrumentos no es la única iniciativa conmemorativa, a comienzos de este año Ruente en colaboración con el Ejecutivo de Cantabria inauguró un área de ocio en el emplazamiento original del roble, donde se instaló una escultura de chapas de acero de dos metros y medio de altura, que reproduce las dimensiones del desaparecido tronco.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.