Un camping cántabro con un premio inglés

Galardón ·
El Caravaning Oyambre, reconocido por sus instalaciones y servicios por el Caravan and Motorhome Club y Alan Rogers en Birmingham

Álvaro Machín

Santander

Martes, 25 de febrero 2025, 08:42 | Actualizado 10:27h.

Ahora falta el bullicio. El sonido de los chapuzones en la piscina, de la hora de comer, de las chancletas de los que vienen desde ... la playa dando un paseo o del vehículo con la familia que llega a la parcela que reservó para las vacaciones en un lugar en el que también pudieran estar con su perro. «Ya tengo ganas de abrir», dice Pablo Alonso, el dueño, mientras repasa las tareas que les quedan antes de volver a llenar de vida el recinto. «Pintar, barnizar, jardinería, ordenar todo lo que se ha desordenado en invierno...». Pasea con su hijo Pablo por las parcelas, con las montañas nevadas al fondo, y se fijan en cada detalle. Que si cómo han podado los árboles, que si la hierba este año crece rápido con la primavera anticipada... La apertura del Camping Caravaning Oyambre de este año –el 4 de abril– será distinta. Con el buen sabor de boca que deja un premio recién recibido en Inglaterra. «Puede ser una buena forma –dice– de recuperar turismo británico, que está a la baja desde el 'Brexit'».

El reconocimiento lo tienen en la recepción. Lo recogieron en Birmingham, en la 'Caravan, Camping & Motorhome Show'. Es la gala que organizan el Caravan and Motorhome Club y Alan Rogers para repartir sus premios. «Es un club de usuarios, que tienen una guía. Tú figuras en su catálogo y los miembros van opinando de los lugares que visitan». A ellos les reconocieron por la «excelencia en instalaciones y servicios» a nivel europeo. Destacaron el trato –«recibimos al cliente, le acompañamos y le tratamos como queremos que nos traten»– y se fijaron en aspectos como la limpieza de las instalaciones. «Tenemos personal dedicado a ello constantemente».

Hablando de personal, en el pico alto de la temporada, cuarenta trabajadores para atender a los setecientos viajeros que pueden acoger (hay dos personas de mantenimiento todo el año y la familia pasa mucho tiempo en el recinto). Vamos con una de números. El camping ocupa 35.000 metros cuadrados en los que hay repartidos unos trescientos árboles. Tienen 145 parcelas y sesenta bungalós de diferentes tipos (y una zona de esparcimiento específica para los perros, que están admitidos en todo el recinto). A todo eso hay que sumar el resto de instalaciones. Las que están, nada más entrar, en la zona de servicios. Cafetería/restaurante, recepción, supermercado, piscinas (cubierta y al aire libre), gimnasio, peque club...

«Nosotros veníamos de la zona de Isla y, cuando mi padre montó el camping aquí, esto suponía venir a una zona muy distinta, menos conocida», recuerda Pablo. Todo ha cambiado mucho, pero aún mantienen ese punto de calma. Están a un kilómetro de la playa de Oyambre, que es el gran tirón, claro. «La playa para un camping lo vende todo por sí sola y nosotros no estamos 'en esa primera línea. Allí está el gran flujo, pero hemos hecho de la dificultad virtud y aprovechamos que este es un lugar algo más tranquilo, muy familiar».

Queda poco para arrancar. Poco más de un mes. «Normalmente abrimos de Semana Santa al Puente del Pilar, aunque tendemos cada vez a abrir un poco más de tiempo, que también supone una forma de tener una plantilla más consolidada, comenta Alonso, que también es vicepresidente de la Asociación de Hostelería.

–¿Y cómo se presenta el año?

–Pues parece que bien. Tiene buena pinta.