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Visitantes en el Capricho de Gaudí al atardecer. Javier Rosendo
El Capricho se reivindica como «obra clave de Gaudí»

El Capricho se reivindica como «obra clave de Gaudí»

La dirección del monumento de Comillas idea un plan estratégico para promocionar el edificio de aquí a los próximos tres años

Lucía Alcolea

Santander

Domingo, 26 de mayo 2024

El Capricho de Gaudí de Comillas es ya una obra referente del modernismo a nivel mundial y su aspiración ahora es proyectarse de puertas hacia dentro. La dirección del monumento ha elaborado un plan estratégico, que implementará de aquí a 2027 y que establece como uno de sus ejes principales «la reconexión con el entorno más próximo y la comunidad». Es uno de los objetivos que se plantea el director, Carlos Mirapeix, «que todo el mundo sienta el Capricho como suyo». Otro es reivindicar la casa de los girasoles y las notas musicales como «una obra clave en la trayectoria de Gaudí, fundamental para comprender la complejidad del trabajo del arquitecto catalán». El edificio, construido en 1895 por encargo del indiano Máximo Díaz de Quijano –de ahí que también adopte el nombre de Villa Quijano–, celebra en 2025 su 140 cumpleaños. Un aniversario que Mirapeix proyecta exprimir al máximo. Lo hará «reivindicando» el monumento y desdibujando la imagen de «obra menor, menos importante, ubicada en un pueblo de Cantabria». Un hecho, este último, que «ha adquirido connotaciones negativas, cuando para nada debe ser así».

El Capricho es el legado del Gaudí más joven, lo que no le resta ni un ápice de genialidad. Cada elemento de la construcción ha sido diseñado con un fin concreto. Nada es baladí y los ornamentos se conectan entre sí en una perfecta armonía. Además de las características de la obra de arte en sí, la percepción del visitante depende de la experiencia que supone adentrarse en las diferentes estancias del edificio; ascender por sus escaleras de caracol y sentarse en las barandillas de los balcones con forma de banco. Es ahí donde Mirapeix lleva años incidiendo. En la potenciación de la visita mediante la oferta de varios tipos de recorrido adaptados al perfil de los huéspedes. También mediante la organización de conciertos, presentaciones o conferencias para abrir las puertas del Capricho a la cultura.

Con la mirada puesta en generar nuevas formas de disfrutar del museo-monumento, el director aprovechará otro aniversario, el de la muerte de Gaudí, que tuvo lugar en 1926. Un centenario que se conmemorará durante los 365 días de 2026, «con actividades y celebraciones». La guinda de esta efeméride, el final del camino, «es lograr que la Unesco declare al Capricho de Gaudí Patrimonio de la Humanidad en 2027», lo que no es tan difícil teniendo en cuenta que el año pasado fue elegido el Mejor Monumento del Mundo. Las ideas que pululan por la mente de Mirapeix, irán acompañadas de actuaciones concretas, como la habilitación de un nuevo acceso a través del camino que conecta el monumento con el Palacio de Sobrellano. Una mejora que se complementará con la futura renovación de la plaza de Fuente Real, donde se sitúa la entrada principal, que está contemplada en el Plan de Sostenibilidad Turística de Comillas.

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