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Aunque el suelo todavía es de gravilla, la carretera CA-850 entre el pueblo de Labarces y La Florida, en Valdáliga, ya es más ancha que hace un año. Las obras para mejorar estre tramo de tres kilómetros, que conecta con el acceso a ... la cueva del Soplao, «finalizarán en agosto», en plena temporada, según ha adelantado este lunes el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Re villa, en su visita al municipio. El presidente del Ejecutivo hizo coincidir la vuelta al trabajo –tras una Semana Santa «con la mayor afluencia turística» que recuerda en Cantabria– con su viaje a la costa Occidental para conocer las actuaciones destinadas a optimizar de forma definitiva el acceso al Soplao por Valdáliga.
Acompañado de la consejera de Obras Públicas, Jezabel Morán, el presidente ha recordado que el proyecto cuenta con una inversión de dos millones de euros. El objetivo de esta actuación, «muy demandada» por los vecinos y por el alcalde, Lorenzo González (también presente en el acto), es ensanchar un vial por el que apenas podían circular dos turismos en sentido contrario y que resultaba extremadamente peligroso para vehículos de mayor tamaño, como los autobuses que llegan hasta la cueva. Realizando este trayecto, ha detallado la consejera, «los visitantes se ahorran entre 25 y 30 minutos» de viaje. Y se aseguran unas extraordinarias vistas a la costa –desde lo alto se llega a ver el mar–. Por eso es el acceso más atractivo para los turistas, a pesar de la sinuosidad de la carretera y de que existen otras dos alternativas para ir al Soplao, por el pueblo de Rábago, en Herrerías, y por Celis, en Rionansa –ambas ofrecen también buenas panorámicas–.
La actuación de Obras Públicas se centra en ampliar la calzada, que contará con dos carriles de tres metros de ancho cada uno para que no haya problemas cuando se crucen dos vehículos. También se construirán cunetas a los lados cuando sean necesarias. Los terrenos han sido cedidos por el Ayuntamiento y se aprovecha el trazado original del camino, especialmente en la parte final de llegada a Caviña, punto especialmente sinuoso con curvas muy pronunciadas. Para la realización del nuevo trazado, han concretado desde la Consejería, «ha sido necesario talar algunos árboles y demoler varios cerramientos de mampostería, tela metálica y estacas, elementos que serán repuestos ajustándose a la nueva vía». Por último, «el plan contempla nueva señalización vertical y horizontal y sistemas de contención de vehículos».
La consejera de Obras Públicas ha explicado que a lo largo de la ejecución se han encontrado con algunas dificultades, dado que se trata de una zona complicada, «donde se han producido argayos en épocas de lluvias». Un imprevisto que sin embargo no ha supuesto un retraso notable en los trabajos.
El presidente y Morán han coincidido en que se trata del acceso «más razonable y más rápido» a uno de los puntos turísticos que mayor interés genera en la región. La mejora beneficiará también a los vecinos que cada día atraviesan este tramo para acceder a los núcleos rurales colindantes. Así lo ha remarcado el alcalde, quien ha insistido –lo ha repetido varias veces– en el «buen hacer de los técnicos y los funcionarios, que han trabajado con honradez», ha dicho. González ha agradecido a su vez al Ejecutivo la realización de una actuación que llevaba tres años solicitando y a la empresa adjdicataria Copsesa. Los políticos y los medios de comunicación han atravesado el tramo sobre el que se está actuando, que permanece en obras y por tanto, cerrado al tráfico.
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