La casa de Cueto en el Corro de San Pedro

En esta antigua fotografía, podemos ver una de las casonas más emblemáticas de Comillas, muy anterior al gran desarrollo urbano y artístico promovido por la llegada a partir 1860 de Don Antonio López en todo su esplendor social y económico, que se manifestó con la construcción de los grandes edificios Modernistas, las casonas de su entorno familiar y social y los conjuntos que embellecieron la Villa de Comillas como el cementerio, fuente de los tres caños y la estatua erigida en su memoria entre otros.

Esta casa tiene su origen en la familia Díaz de Lamadrid, una de la familias mas importantes de Comillas de finales del siglo XVII y principios del XVIII que junto con las familias San Juan, Sánchez de Cueto, de la Torre de Trassierra, Carranceja, Balbás, Cosío, Sánchez de Movellán, Fernández de Castro y alguna más, constituían el núcleo social más importante de aquel pueblo pequeño de pescadores y agricultores como era la Villa de Comillas.

Don Tomás Díaz de Lamadrid, aparece como hijosdalgo en los padrones de Comillas de 1704 y 1722, donde residió, propietario de numerosas huertas y terrenos en esta zona céntrica de Comillas. Construyó una magnífica casa de piedra de sillería con escudo, gran alero y un balcón con barandilla de hierro forjado en la cuesta de subida desde la plaza de la iglesia hacia el Corro de San Pedro. Casa que hoy existe muy bien restaurada, aunque en años pasados se le añadió una planta más y unos miradores que ocultaron su fachada principal, escudo incluido que hoy existe en el interior de los miradores.

Años más tarde, Don Tomás Díaz de Lamadrid construye para sus hijos esta casa que tenemos en la imagen. En su fachada principal alberga el mismo escudo del que hemos hablado antes y un balcón centrado con barandilla forjada con un gran alero, muy similar, aunque de mayor tamaño, a los que había en la casa primitiva de la cuesta. En antiguas fotografías que se conservan de dicha casa se puede observar esa similitud. Es un gran edificio con fachada de sillería al corro de San Pedro y con una gran huerta jardín con arbolado cerrada de pared en su fachada norte.

Pasados los años esta gran casona pasó a sus herederos casi siempre a través de hijas y por el matrimonio de estas fue emparentando con sucesivas familias oriundas de Comillas. Uno de los sucesores mas significados fue D. Francisco Sánchez de Cueto Cabeza, nacido en 1839 en Comillas, un gran personaje con intereses en Cuba y México. Queda viudo y en 1876 contrae segundas nupcias con su sobrina Daniela María Blanco Sánchez de Cueto de 16 años de edad. Don Pancho, como se le denominaba, falleció en 1924, quedando Doña María como propietaria de esta gran casona y de todos los terrenos que constituían el patrimonio familiar. Restauró la casa de los Picos y cerró con paredes las huertas que tenía en La Moría. Por esta vinculación doble con el apellido Sánchez de Cueto y la longevidad de esta última es por lo que a esta gran Casona se la conoce habitualmente como la Casa de Cueto.

Hoy se encuentra en un magnífico estado de conservación gracias al esfuerzo de sus propietarias, que siguiendo la tradición centenaria de esta casona continúan siendo hermanas las que ostentan su propiedad.

La vista lateral que contemplamos en la imagen es la misma que podemos ver hoy, las casas que están situadas en los bordes de la cuesta de bajada de la antigua carretera nos proporcionan una vista absolutamente actual, al fondo se ve algo de las loma de La Cardosa donde no se ven los edificios del seminario menor que fue construido más tarde, en 1910. Estos lugares que en Comillas se conservan iguales con el transcurso de los años forman parte del casco histórico y son uno de los atractivos turísticos más importantes de la Villa de los Arzobispos.