Comillas, un bombón de lugar

Ni siquiera el protagonista del vídeo, un niño de nueve años llamado Alfonso con cara angelical, se cansó de ir de un lado a otro con la bola de Navidad del tamaño de un balón de fútbol que en el spot se convierte en bombón. Y eso que lo hizo diez veces, mientras los vecinos le dibujaban un pasillo en la plaza, con un montón de niños más detrás y las cámaras pisándole los talones. Pero él, feliz «y nada nervioso», aseguraba cinco minutos antes de empezar a grabar. Así que a su madre se le caía la baba. Fue la primera de muchos de los presentes que afirmó estar segura de que Comillas va a ganar la candidatura. «Es que he visto los demás pueblos y ninguno es tan completo como Comillas».

Mientras, por el micrófono el coordinador decía que había que empezar a prepararse: «A ver, necesito gente por este lado de la plaza» y todo el mundo a moverse. Entre el público, Gema Gutiérrez, Manuela Caso y Virginia Olazábal. «Pues fíjate que venimos a jugar a las cartas al hogar del jubilado y hemos visto esto y aquí estamos, porque algo así no pasa todos los días», decían con mucha guasa. «El más bonito de todos los pueblos es Comillas, porque tiene muchos monumentos, buena gente, mar...». «Y siempre participamos en todo», acuñaba una de las tres. «Si es que mira cuántos niños, qué bonito y hasta la luna es preciosa esta noche».

De repente se hizo el silencio. Daba comienzo la primera toma y se apagaban las luces. Al cabo de unos minutos, por el micrófono: «vale, muy bien, gracias a todos, vamos a por la segunda toma». Y otra vez Alfonso con la bola iluminada en medio de la plaza con una paciencia estoica. Rosario Ruiz se había llevado el gorro a la plaza porque dijeron que había que ir abrigado, simulando la Navidad. «No lo digo porque sea mi pueblo, pero el encanto de Comillas no lo tiene cualquiera». Estaba contentísima.«Si es que hay tanta gente que parece el día de la Cabalgata de Reyes». E

n torno a trescientas personas ocupaban la plaza pasadas las siete de la tarde. Algunas jóvenes aprovechaban para hacerse selfies en la farola llena de luces azules. Los niños intentaban zafarse de la mano de sus padres.Todos muy abrigados y con amplias sonrisas, como decía el del micrófono en la última toma. «Vale, ahora cuando el niño coja la bola aplaudimos y ponemos cara de alegría». Desde luego que aplaudieron y mucho. Luego que gane o no Comillas es otra cosa, aunque ayer nadie lo dudaba. «Esto es como la lotería, pero aquí hay mucha gente que tiene una segunda residencia y seguro que vota», admitía Marisol Saiz, otra vecina, mientras las luces volvían a apagarse en una cuarta toma. Iba llegando el final y pedían al público que se moviese detrás de las luces. Todo el mundo parecía querer salir en el vídeo, aunque los niños ocupaban los primeros planos. «Fuimos el primer pueblo en tener luz eléctrica», recordaba el primer teniente alcalde. De fondo, el Palacio de Sobrellano iluminado parecía emitir una sonrisa dulce.