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Comillas buscará el consenso para tratar de salvar a los castaños del corro Campíos. Si es que es posible –salvarlos-, porque los cinco árboles integrados desde hace años en la plaza de la villa modernista se encuentran «en un estado sanitario defectuoso, con poca vitalidad ... y remotas opciones de mejora». Así lo han confirmado dos informes encargados por el Ayuntamiento para conocer el estado real de estos ejemplares. El primer estudio –tomográfico y visual– sobre los castaños se llevó a cabo tras el 'sonoro' suceso que tuvo lugar en las fiestas del Cristo del pasado verano, cuando uno de los integrantes de la orquesta que iba a actuar en la plaza esa noche decidió cortar las ramas del árbol que impedían el paso del camión de la promotora. Un descalabro cuya responsabilidad tuvo que asumir el propio Ayuntamiento, que en años anteriores había dado permiso a los operarios para cortar «alguna quima» que entorpecía el acceso del vehículo del conjunto orquestal. Finalmente, de este primer examen se dedujo que la poda no afectó a la estructura del árbol. Sin embargo, se reflejó el mal estado en el que se encontraban los castaños de la plaza.
Cuando tuvo conocimiento de que estaban enfermos, el Consistorio solicitó una segunda valoración «para conocer cuáles son las posibles actuaciones y alternativas existentes» y, en base a ello, «tomar una decisión». Una decisión que el equipo de gobierno (PRC y PSOE) pretende consensuar con el Partido Popular en la oposición. Lo hará este jueves, en la sesión extraordinaria de la Comisión de Obras Públicas, Urbanismo y Medio Ambiente, en la que tienen representación los tres partidos que conforman la Corporación municipal, según confirmó ayer el concejal del área y primer teniente de alcalde, Julián Rozas (PSOE).
La intención de Rozas es evitar la tala de los ejemplares. «Es un tema muy sensible –argumenta–, porque son emblemáticos, pero a la vez debemos evitar cualquier riesgo de accidente», ya que el responsable sería, una vez más, el propio Ayuntamiento. En la sesión, los políticos expondrán «las alternativas a la pérdida de los árboles». Entre ellas, «se plantea la posibilidad de realizar podas progresivas y de seguridad, aplicar tratamientos fungicidas (pesticidas que matan o previenen el crecimiento de hongos) e instalar elementos de seguridad estructural». Aunque lo cierto es que ninguna de estas actuaciones garantizaría la supervivencia de los castaños. «Son seres vivos y están en un periodo terminal y el problema es que puede que tomemos todas estas medidas y no sirvan de nada», apunta Rozas. La decisión está en sus manos y en las del resto de miembros de la Corporación.
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