Comillas inicia una investigación para esclarecer los destrozos contra el coche de la Policía Local

Un agente de la Policía Local de Comillas se incorporó a su puesto de trabajo el sábado a las ocho de la mañana. Como todos los días, atravesó la plaza del Ángel en dirección a las dependencias policiales sin fijarse en el coche patrulla, que siempre dejan aparcado en los bajos del Ayuntamiento; fichó, se cambió de ropa y revisó el correo electrónico. Eran las nueve cuando «uno de los empleados de la oficina de turismo» entró en el despacho y le preguntó que si había visto el coche. En ese momento supo que había pasado algo, pero no se imaginaba lo que se iba a encontrar. O sí, porque no es la primera vez que en Comillas los vándalos arremeten contra los coches o el mobiliario urbano.

El vehículo policial apareció el sábado con la luna delantera destrozada «como si le hubiese caído un macetero encima -relató ayer el jefe del cuerpo, Aitor Alcorta-; el espejo retrovisor hecho pedazos; y el techo deformado con marcas de pisadas». Tras valorar los daños, la Policía determinó que se trataba de un «acto de vandalismo intencionado» e inició el protocolo para denunciar lo sucedido. Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil y ambos cuerpos de seguridad han iniciado una investigación para «dar con los culpables». El agente de la Policía Local que se encontró el coche destrozado aseguró que «no es lo mismo atentar contra un vehículo policial que contra el turismo de un particular». Los que hayan perpetrado este acto, aclaró, «se enfrentan a un delito de daños tipificado en el artículo 265 del Código Penal, y si el daño causado excede los mil euros, pueden ser castigados con penas de dos a cuatro años de prisión».

Por su parte, la alcaldesa, Teresa Noceda, condenó lo sucedido y aseguró que «vamos a encontrar a los culpables». Noceda puntualizó que «siempre que tienen lugar este tipo de ataques se lo atribuimos a los veraneantes que vienen de fuera, pero ahora han tenido que ser los de dentro -dijo refiriéndose a los comillanos-, porque las fronteras están cerradas». Situaciones similares se dan en la época estival, concretamente en el mes de agosto, cuando Comillas amanece con coches rayados, pintadas y escaparates rotos. Para prevenir este tipo de actos, el Ayuntamiento «está tramitando solicitar a la Delegación del Gobierno la instalación de cámaras de seguridad en el perímetro del edificio consistorial, así como en otros puntos clave de la villa, como la zona de Santa Lucía o el muelle», adelantó la regidora regionalista. Noceda advirtió de que «no estamos dispuestos a permitir este tipo de actos vandálicos, que además suponen un gran coste económico para las arcas municipales».

El jefe de la Policía Local se mostró a favor de tomar esta medida. «Lo lógico es que las cámaras puedan servir como elemento disuasorio, porque además sería más fácil identificar a los culpables», confirmó Alcorta. De momento, Noceda está tramitando los permisos para cumplir la normativa y espera poder instalar las cámaras «este verano». El coche, según los policías, estará listo en los próximos días -mientras están utilizando un vehículo de sustitución- y los culpables «pagarán», aclaró ayer la regidora, que no piensa dejar «que se vayan de rositas». «No va a quedar en un suceso aislado, porque lo que han hecho es grave», dijo el agente.

El Ayuntamiento de Comillas ha iniciado una investigación para encontrar al autor o autores de los destrozos ocasionados contra el coche patrulla de la Policía Local del municipio y estudia solicitar a Delegación de Gobierno la instalación de unas cámaras de seguridad en el entorno de la casa consistorial.

El coche patrulla, que habitualmente se encuentra aparcado en las inmediaciones del ayuntamiento, apareció ayer domingo con la luna delantera destrozada por un macetero, el retrovisor derecho estropeado y la parte del techo del vehículo deformado por pisadas.