Comillas remite un informe a Cultura sobre «el valor histórico» de Fuente Real

De ahí que el documento encargado por el gobierno municipal, que ha sido realizado por el doctor en Patrimonio Arquitectónico, Gonzalo López-Muñiz, verse sobre «el sistema de abastecimiento de aguas de Comillas» y de sus elementos en la plaza objeto de polémica. El Ayuntamiento argumenta que se ha realizado una investigación «en base al suministro de agua a Comillas desde el último cuarto del siglo XVIII hasta 1935, año en el que concluyeron las obras del depósito de Sobrellano y de la caseta elevadora de aguas». Como resultado, el Consistorio obtiene algunas de las siguientes conclusiones: «que el proyecto de traída de aguas desde la Peñuca, redactado por Cristóbal Cascante en 1889, no se llegó a realizar y que el depósito de agua que existe en la plaza formó parte del proyecto de abastecimiento de aguas desde Ruiseñada en 1897 y se desconoce quién es el autor». Para terminar, el informe refleja que la «caseta de bombas –otro de los elementos de este espacio que ha generado controversia– no es obra de González de Riancho ni de Bringas, sino que pertenece a 1927 y fue el ingeniero Manuel Fernández Rañada el encargado de redactarlo». Aunque el Consistorio no se ha pronunciado sobre el verdadero significado de estos descubrimientos, se supone que avalan la versión que ha mantenido desde el principio de que el depósito de agua y la caseta de bombas carecen de valor patrimonial. Aparte quedarían otras cuestiones menores, como el empleo de bolardos en la actuación prevista, que desde la Consejería también han rechazado.

En el comunicado, el equipo de gobierno recuerda que hace un mes solicitó al Gobierno de Cantabria «la anulación del requerimiento de Patrimonio que impedía la ejecución del plan, al considerarlo contrario a derecho e improcedente». El Ayuntamiento alegaba además que el órgano regional «incumpliría los principios de buena fe y confianza legítima, y se basaría en criterios de dudoso fundamento legal, como la exigencia de protección patrimonial del depósito en la plaza de Fuente Real sin seguir el procedimiento normativo correspondiente». Además, «las exigencias impuestas generarían inseguridad jurídica y colocarían al Ayuntamiento en una posición de indefensión, al requerir acciones imposibles de ejecutar en los plazos establecidos». Al respecto, «continúa sin recibirse respuesta alguna», confirmaron ayer.

El equipo de gobierno recuerda también que la reforma integral de Fuente Real «está incluido en la Plan de Sostenibilidad Turística, financiado con fondos europeos, por lo que su ejecución es esencial para evitar la devolución de los recursos económicos asignados».

La postura de la Consejería de Cultura ha retrasado los trámites burocráticos de una actuación que, de llevarse a cabo como plantean, cambiará por completo la imagen de uno de los accesos a la villa. La clave de la ejecución es la peatonalización de la plaza y la creación de un espacio moderno, integrado y sostenible. Además de superior desde el punto de vista estético, con un área de escaleras, barandillas y los cuestionados bolardos. Fuente Real es además uno de los lugares más transitados de Comillas, ya que constituye el principal acceso al Capricho, monumento que cada año recibe miles de visitantes. La circulación y el tráfico de vehículos resulta caótica en las circunstancias actuales y su revisión necesaria. Lo que todavía no está claro es cómo se articulará la ordenación de esta mítica plaza y quién tendrá la razón.