Comillas restringe aún más el tráfico de vehículos en las calles del centro histórico

Acceder -o atravesar- las empedradas calles de la villa modernista en época estival puede convertirse en una travesía poco agradable, tanto si uno lo hace en coche como a pie. Al tapón de vehículos que se forma en torno al semáforo que regula el tráfico en la calle Marqués de Comillas, se añaden las maniobras equivocadas, o no, que realizan algunos conductores y que incrementan la confusión y el caos. Una situación en la que se ven envueltos quienes intentan cruzar la carretera, en la que no hay, por cierto, un paso de cebra. Con el fin de corregir este desaguisado, el Consistorio ha venido dando pasos para controlar el tráfico, mejorar la seguridad vial y priorizar la movilidad de los peatones, además de reducir la siniestralidad en este punto tan conflictivo.

La estrategia política del equipo de gobierno se basa en limitar a los conductores y multar a quienes se extralimiten. En este sentido, la novedad radica en que a partir de ahora, los vehículos de carga y descarga tendrán un tiempo limitado de actuación que finalizará antes de las doce del mediodía. También se eliminarán las plazas de aparcamiento para las personas con movilidad reducida que se ubican junto a uno de los establecimientos de hostelería de la zona -se mantendrá en cambio la parada de taxis-. Para controlar que se cumple lo establecido, se instalará una cámara de seguridad en la calle Joaquín de Piélago, que captará a quienes se salten la norma y accedan con el coche al área restringida.

Los agentes de la Policía Local encargados de realizar el informe que ha fundamentado las actuaciones, explican que «tanto la plaza como la calle Cervantes se han convertido en un lugar de esparcimiento muy frecuentado, especialmente por familias con niños, debido a la cercanía de establecimientos de alimentación y a la reciente instalación de terrazas». Una afluencia poco compatible con la circulación de coches.

La actuación se reforzará con la instalación de una cámara en el semáforo -denominada de foto en rojo- que, según la alcaldesa, Teresa Noceda, «se pondrá en marcha a partir del mes de julio». Noceda espera que el dispositivo disuada a los conductores que se saltan el semáforo, «como ha sucedido con la que ya instalamos en su momento en la plaza junto al Ayuntamiento».