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Temblando en términos numéricos. Así se queda el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal tras la reciente dimisión del concejal Gabriel Cruz, que abandona la bancada popular para pasar a ser no adscrito. La salida del edil, ... que se marcha reñido con el alcalde, Óscar López, deja al gobierno popular, ya antes en minoría, debilitado, con cinco miembros frente a los ocho -del PRC y del PSOE- que a partir del 31 de julio, cuando se haga efectiva en pleno la renuncia, conformarán la oposición. El escenario resulta así favorable para plantear una posible moción de censura, un elefante en la habitación del que nadie habla. De momento, porque, preguntado, el concejal saliente se muestra enigmático y dice que no sabe lo que pasará mañana.
Sobre los motivos que han llevado a Cruz a marcharse casi con lo puesto, cada uno ofrece su visión de lo sucedido, pero lo que está claro es que han surgido discrepancias entre el regidor y su edil liberado. Y es que Cruz era uno de los tres políticos liberados en el Ayuntamiento de Cabezón, «al 100% y con 30.000 euros brutos al año», como el alcalde.
El hasta ahora concejal de Deportes, Limpieza Viaria y Espacios Públicos justifica su decisión en un hecho que puede parecer más anecdótico que definitorio y que está relacionado con la gestión municipal del pabellón Juan María Parés. Según Cruz, «el regidor y yo decidimos de mutuo acuerdo denegar a un club deportivo del municipio el uso de este espacio por las malas condiciones en las que lo había dejado en una ocasión anterior». Sin embargo, «López se reunió a posteriori con los miembros de dicho club a mis espaldas para darles el parabién y entregarles, de hecho, las llaves del polideportivo». Cuando el edil preguntó al regidor sobre su cambio de actitud, «me dijo -asegura el concejal- que había perdido la confianza en mí».
Tras el rifirrafe -al parecer, no era el primero que se producía entre ambos-, Gabriel Cruz decidió presentar su dimisión como concejal en todos sus cargos y funciones. Era 5 de julio. Después, «esperaba que el alcalde me llamase para aclarar las cosas», pero no lo hizo y el dimitido tampoco. En este punto, Óscar López asegura que siempre era él quien daba el brazo a torcer y esta vez «no quise».
Su número tres alega sin embargo que trató de llegar a un punto en común con el regidor antes de marcharse, pero que este «nunca mostró voluntad de arreglar las cosas». Así que el día 16 de julio, el edil anuló la dimisión que había realizado y registró otro documento para pasar a ser concejal no adscrito, es decir, «cambió de opinión», confirmó ayer el regidor, que, transcurridas unas horas, le cesó de sus cargos por decreto de Alcaldía. La dimisión del número tres del PP se hará efectiva el próximo 31 de julio en un Pleno.
Con todo, el alcalde valoró ayer «el trabajo realizado por Gabriel Cruz» y lamentó su marcha, pero aseguró que continúa «contando con un excelente equipo». De momento, porque, si en algo coinciden ambos, es en que «nunca se sabe lo que puede pasar».
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