Confederación avanza en frenar las crecidas del Saja en Terán de Cabuérniga

El pueblo de Terán, en Cabuérniga, es uno de esos puntos conflictivos donde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha tenido que intervenir hasta en dos ocasiones para reforzar los márgenes del río Saja. Y no hay dos sin tres. El organismo hidráulico trabaja ya en una tercera actuación con el fin de estabilizar de forma definitiva la margen izquierda del río y recuperar la sección de desagüe. «Los continuos episodios de avenidas en este tramo, aguas arriba del Pozo Colorao, han generado un depósito de acarreos en la zona derecha del cauce y han vuelto a erosionar la línea de ribera a la izquierda». La situación «afecta a la seguridad por su cercanía a la población de Terán y al camino que transcurre hacia Sopeña».

Para consolidar los márgenes del Saja en este tramo de 160 metros, el Ministerio efectúa una actuación valorada en 108.000 euros, que consiste en extraer el depósito central de acarreos y la posterior reubicación de los materiales en la margen izquierda del Saja. Estos sedimentos se emplearán a su vez en la restauración de la ribera con técnicas de bioingeniería. Esto es, que para consolidar el talud, la Confederación empleará lo que se conoce como biorollo, que son estructuras cilíndricas rellenas de fibras orgánicas como el coco, el esparto, la paja o la vegetación de ribera del entorno –como en este caso–. El material resultante ofrece una gran resistencia a la acción del agua por su naturaleza compacta. Esta técnica permitirá a su vez recuperar la capacidad de desagüe del cauce, consolidando la evacuación del caudal y evitando su taponamiento. Además, según han informado desde el organismo que gestiona los ríos, antes de realizar los trabajos, «se realizarán labores de recuperación de la ictiofauna para su traslado a otra zona del río y evitar daños en estas poblaciones».

Agradecida, pero cauta. Así se mostró ayer la alcaldesa de Cabuérniga, Rosa Fernández (PP), quien recordó que el problema «es que cuando el río baja con tanta fuerza se lo vuelve a llevar todo por delante». «Si sigue lloviendo y nieva en los puertos como Palombera –continua la regidora–, la crecida y la riada viene después, con el deshielo, y entonces veremos con exactitud si todas estas intervenciones surten efecto de verdad». Otra cuestión que preocupa a Fernández sobremanera son los regatos. Especialmente el que atraviesa la Hondanada de Terán y el barrio de la Iglesia de Renedo de Cabuérniga. «Son los dos únicos que no han podido limpiar los operarios municipales porque nunca están secos debido a una planta que hace que el agua se estanque». Lo que suceda dependerá del tiempo.