Confederación sigue sin licitar las obras del río Saja

El proyecto ha sido puesto en marcha entre la Confederación, la Consejería de Obras Públicas y los dos ayuntamientos afectados por las inundaciones, pero mientras el Ejecutivo Autonómico avanza sin demora para acometer las obras de la parte del plan que le corresponde -el 30% aproximadamente frente al 70% de Confederación-, el organismo dependiente del Ministerio no termina de ponerse manos a la obra. El proyecto alcanza en total casi ocho millones de euros. Las labores de la Consejería consisten fundamentalmente «en la ejecución de infraestructuras verdes tipo motas próximas a estas zonas habitables» y suponen 1.242.042 euros. El resto es una inversión de la Confederación Hidrográfica.

El Gobierno de Cantabria presume de haber finalizado ya dos actuaciones, una en la zona del Minchón, en Ontoria (pedanía de Cabezón de la Sal) y otra en Carrejo, consistente en la protección de los núcleos frente a las avenidas de los arroyos de San Ciprián y Santisteban. La tercera obra se llevará a cabo en Villanueva de la Peña, Mazcuerras, y está a punto de ser adjudicada. Según establece el plan hidráulico, después le quedarían dos, una en el pueblo de Cos y otra en el apeadero de Ontoria.

Por su parte, la Confederación se ocupará de la restauración y mejora de los hábitats fluviales asociados al Saja en el ámbito rural. En términos generales, «las labores consistirán en la apertura del río para intentar ganar mayor cauce eliminando rellenos innecesarios e instaurando motas para que la velocidad sea de menor intensidad en caso de producirse una riada». Los trabajos fueron aprobados por el Ministerio a comienzos de noviembre del año pasado. Desde entonces no se ha avanzado.

Lo que sí ha confirmado la Confederación es su intención de eliminar del plan la construcción de una senda ciclable en torno al río. Los vecinos de la zona y grupos de ecologistas presentaron doscientas alegaciones en contra de esta iniciativa al entender que era del todo prescindible y cuestionar su impacto ambiental. Desde el organismo hidráulico informaron hace unos meses de que «los terrenos podrán ser cultivables por los vecinos de la zona al suprimirse la senda peatonal proyectada, tras la admisión por la CHC de la mayor parte de alegaciones». Ahora sólo falta que se liciten los trabajos de una vez por todas.